Durante la instancia, el embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, y su homónimo en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, destacaron las acciones que permitieron evitar el conflicto armado.
El pasado miércoles 23 de octubre, se realizó en la UDD, el seminario 40 años del tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, actividad organizada por el Centro de Estudios de Relaciones Internacionales (CERI) de la Facultad de Gobierno UDD, que contó con la participación del embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, y su homónimo en Argentina, José Antonio Viera-Gallo.
“Los 40 años del tratado son una muy buena oportunidad para reflexionar sobre la relación que mantenemos entre ambos países”, comentó el embajador Jorge Faurie, destacando que hay un cambio en el vínculo entre ese momento y hoy, ya que “los chilenos fueron inversores sustantivos durante el periodo del retorno a la democracia en Argentina, teniendo un cambio de mirada que se animó a invertir en nuestra economía”.
Por su parte, el embajador chileno, José Antonio Viera-Gallo, afirmó que “este tratado no solo logra poner fin a un conflicto, sino que también presupone un compromiso entre ambos países de mantener la paz. Durante 40 años hemos podido superar tratados bilaterales y multilaterales, y la relación entre ambas naciones ha logrado alcanzar un marco jurídico estable”.
“Argentina y Chile tienen un rol muy importante, no solo por nuestra longitud, sino porque también compartimos una amplia frontera”, explicó Faurie, añadiendo que “tenemos que capitalizar esa realidad, considerando los ricos recursos naturales que tienen ambos países, además de estar preparados laboral y técnicamente para formar profesionales de excelencia que tendrán un rol muy importante en el futuro de la región”.
Sobre los desafíos que debemos enfrentar a corto plazo, Viera-Gallo destacó que “todavía necesitamos avanzar en conectividad, porque tenemos un buen puente aéreo, pero en cuanto a la conectividad física, vemos un cuello de botella, ya que nuestra infraestructura no está a la altura de los requerimientos. Debemos dar respuesta a las necesidades y flujos del mercado para que la economía pueda avanzar”.
“Este tratado no solo marcó un punto de inflexión en la historia de nuestras naciones, sino que estableció los cimientos para una relación bilateral basada en el respeto mutuo, la cooperación y una visión compartida de un futuro próspero para ambos países”, destacó durante la jornada el director del CERI, Yun-Tso Lee.