«Nosotros vamos a dejar de medir el plebiscito», sostuvo este martes la gerente general de Cadem, Karen Thal, quien agregó que aún no se había definido la fecha a partir de que la decisión se haría efectiva. Explicó que esto se debía a que por ley tienen la prohibición de «publicar resultados 15 días antes de la elección». En esa línea Thal sostuvo que el actual panorama es muy dinámico, y que el objetivo de la encuesta es ser un aporte un debate. «Si no puedes ser un aporte hasta el final lo mejor es restarse de cosas que son complejas», puntualizó la gerente general de Cadem.

El anuncio generó diversos comentarios, incluso puso en el tapete que justo se tomaba la decisión cuando la opción «Rechazo» estaba remontando en los sondeos.

El Líbero consultó a expertos en la materia sobre el rol de las encuestas de opinión en elecciones y plebiscitos, en particular en aquellos que definen temas como una nueva Constitución. El director ejecutivo de Activa Reaserch, Ramón Cavieres; el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, y el director del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, coinciden en que las encuestas cumplen el rol de entregar información y fortalecer la democracia.

«En toda democracia contar con información es válido y fortalece la democracia«, sostiene el director ejecutivo de Activa Reaserch, Ramón Cavieres, quien agrega que «los estudios de opinión son muy importantes independiente de lo que se esté midiendo». En esa línea, Cavieres señala que durante este año la encuesta Pulso Ciudadano pasará de ser mensual a quincenal. «Este miércoles lanzaremos el estudio de la segunda quincena de enero y vamos a medir quincenalmente cómo va la evolución del plebiscito, hasta que la ley nos permita«, enfatiza.

Una opinión similar tiene el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, quien expresa que «todo el mundo que está interesado, ya sea en contra o a favor, va seguir haciendo encuesta«. Añade que en su caso «lo haremos para ver qué tendencia hay».

Mientras que Gonzalo Müller, director del Centro de Opinión Pública de la UDD, plantea que es «muy importante contar con información, sobre todo si es de buena calidad y que refleja la lógica del ciudadano común«.

Pese a esto los expertos sostienen que el desafío para realizar predicciones certeras de cara al plebiscito de abril es el voto voluntario. «La única manera para tener la certeza del votante probable es tener mucha información de ese individuo hacia atrás», explica Guzmán para quien la mejor metodología para estos casos es realizar paneles de opinión en «donde se puede hacer un seguimiento de los encuestados» y añade que si se realizan sondeos con «gente distinta todos los meses, se tendrían que hacer muchas preguntas para saber si ese individuo va a votar o no».

En este punto concuerda Cavieres, quien sostiene que son dos los principales desafíos para realizar encuestas sobre elecciones que se llevan a cabo con voto voluntarios. «Hay que estimar qué porcentaje de la población va a votar y cuáles son las preferencias de lo que uno va a medir, en este caso el Apruebo o Rechazo al cambio de Constitución», señala el director ejecutivo de Activa Reaserch. Agrega que utilizan paneles online, lo cual a su juicio es una «buena técnica teniendo en cuenta el contexto de hoy en día, en donde ubicar a la gente telefónicamente o en sus hogares es cada día más complejo».

Aunque esos no son las únicas complicaciones que tienen las encuestas de cara al plebiscito del 26 de abril. La «volatilidad» de la opinión pública también es un factor a tener en consideración para quieren realizan este tipo de estudios.

Da hecho, este también fue un elemento que destacó la gerente general de Cadem, quien afirmó que «la gente no dice todo lo que piensa, creo que en este plebiscito seguramente hay algo de espiral del silencio a favor del Rechazo«.

Un punto en el que coincide el director del Centro de Opinión Pública de la UDD, Gonzalo Müller, quien sostiene que «la política se ha vuelto muy moralizante, de buenos y malos, por lo tanto sostener una posición implica un cuestionamiento moral de un sector político», algo que a juicio de Müller genera que sea «más difícil que las personas manifiesten libremente sus preferencias, lo que genera una espiral del silencio, sobre todo en plebisictos que son dicotómicos«, razón por la cual indica que los éxitos son «más bullados que los fracasos en una elección y eso está siempre en la balanza de las encuestadoras».

En tanto Cavieres apunta que «pronosticar en el proceso de encuestas es un desafío porque con tanto fake news y estrategia en redes sociales, la gente va cambiando minuto a minuto sus preferencias, la gente hoy día es muy influenciable».

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