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Exsenadores Zaldívar y Viera-Gallo aconsejan la renuncia de Guevara – La Segunda

Un sombrío panorama le espera al suspendido intendente en el Senado.

Aunque en La Moneda no pierden la esperanza, otros actores ven como sombrío el panorama que le espera en el Senado al suspendido intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, luego de que el Gobierno no lograra conseguir los votos necesarios en la Cámara de Diputados para sortear la primera valla de la acusación constitucional en su contra.

En la Cámara Alta se necesitan 22 votos para aprobar el libelo y la oposición contaría con ese número para destituir a la primera autoridad en ejercicio del Gobierno de Sebastián Piñera y desterrarlo por cinco años de cargos públicos.

El último precedente fue la acusación que se aprobó el 11 de diciembre pasado en contra del exministro del Interior, Andrés Chadwick, quien, a diferencia de Guevara, ya había salido del gabinete el 28 de octubre, tras el estallido social.

Esta mañana, el ministro Interior, Gonzalo Blumel, puso su esperanza en los senadores y dijo que Guevara no renunciará. No obstante, la dimisión del suspendido jefe regional es la alternativa que aconsejan los exsenadores Andrés Zaldívar (DC) y José Antonio Viera- Gallo (PS). Está claro que Guevara no tiene la trayectoria ni las redes que sí tenía Chadwick, elementos que aún así no fueron suficientes para que senadores de oposición votaran en contra de ese libelo. Ante esas circunstancias, se ve incluso más difícil que algún opositor quiera “inmolarse” para salvar al intendente Metropolitano. Sin embargo, si el Gobierno logra conseguir los votos para salvar a Guevara, no está claro que saldrá fortalecido.

Que renuncie

Los ex senadores Viera-Gallo y Zaldívar sostienen que lo más probable es que la acusación sea aprobada.

“Lo más aconsejable sería que él renuncie, eso sería lo que más le convendría al Gobierno, porque con eso se acaba el juicio político. Tampoco es tan grave que un intendente se vaya, no es ningún trauma. ¿Para qué se va a correr un riesgo innecesario? Otro fracaso más, sería complejo”, dice Viera-Gallo.

Zaldívar, por su parte, estima que Guevara no sólo debe renunciar, sino que debió hacerlo antes de enfrentarse a un escenario adverso en la Cámara. “Lo mejor sería que diera un paso al lado, incluso para ir abriendo espacios de búsqueda de soluciones, evitar enfrentar una acusación que puede estar sujeta a un resultado negativo”, afirma.

En la vereda contraria el exsenador Ricardo Nuñez (PS) espera que en el Senado “se aquilate bien la situación que existe, en función no solamente de la acusación misma, sino del futuro inmediato del país, que se valore en función de las circunstancias por las que atraviesa Chile”.

—¿Qué es lo que le conviene al Gobierno, y en particular al ministro Blumel, que Guevara renuncie o que haga un esfuerzo por zafar de la acusación?

—Si él quiere mantenerse como ministro del Interior debiera hacer todo el esfuerzo por mantener a Guevara.

—¿Quedaría debilitado si sigue siendo intendente?

—Si es destituido (Guevara), la debilidad del Gobierno se va a acrecentar.

—¿El Gobierno quedaría más debilitado si sale entonces?

—Más debilitado de lo que ya está, difícil, sin embargo, puede todavía llevarlo a un grado mayor de debilidad.

Renuncia vs. ceder

El académico de la U. Diego Portales Claudio Fuentes, anticipa que si la acusación fue votada favorablemente en la Cámara “uno podría especular que será aprobada” en el Senado.

Agrega que esto es “un juicio político” a la estrategia de copamiento. “Yo que el Gobierno le pediría la renuncia (a Guevara), armaría una mesa de trabajo para enfrentar el tema de orden público, particularmente en la zona cero, y cambiar la estrategia. Ese es el tema de fondo”, comenta el cientista político.

Una opinión distinta tiene el académico de la Udel Desarrollo Rodrigo Arellano, quien sostiene que en el Senado existen posibilidades de que gane el rechazo. “Lo mejor sería continuar con la acusación. Una renuncia (de Guevara) lo va a dejar en un escenario muy debilitado”, dice.

Arellano agrega que “negociar renuncias a cambio de bajar acusaciones, significa condicionar el actuar del Gobierno en una materia tan fundamental como lo es el orden público”.