El 6% de apoyo a la gestión del Presidente, que se registró en la Encuesta CEP, se explica por la pérdida de respaldo en sus bastiones donde generalmente mostraba mejores números.
La Encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de diciembre mostró los peores números históricos para un gobernante de Chile, al registrar solo un 6% de apoyo a la gestión del Presidente Sebastián Piñera, en medio de la crisis social que atraviesa el país. En una revisión en detalle, realizada por Pulso, de la base de datos del sondeo se desprende que el sostén de apoyo tradicional del Mandatario lo abandonó e, incluso, menos gente dice haber votado por él en la elección pasada.
El sondeo muestra que entre quienes dicen sentirse representados por la derecha o centro derecha, solo un 23,3% apoya su gestión, un desplome de 37,5 puntos en relación al sondeo de mayo pasado. La otra cara de la moneda es que el porcentaje de desaprobación con la actual administración en ese sector político pasó del 27,2% al 60,5%. También aumentó el porcentaje que “no aprueba ni desaprueba” desde el 9,4% al 16,1%.
En la izquierda, obviamente los porcentajes de aprobación siempre fueron menores, pero, de todas formas, también se evidencia una caída, pasando del 9,6% en mayo al 2,1% en el sondeo actual.
Por grupo socio económico, también hay cambios relevantes. En el segmento ABCI, donde en mayo pasado contaba con un 52,3% de aprobación y un 39,3% de rechazo, hoy el escenario es muy diferente. Entre quienes son parte de ese sector de la sociedad solo el 10,5% apoya la labor del Mandatario y el 68,8% la desaprueba. En los segmentos medios (C2 y C3), el nivel de aprobación pasó del 26,8% la 5,9%, y en el estrato bajo (D y E) su apoyo se redujo del 21,6% al 5,9%.
Drástica fue también la pérdida de apoyo en todas los grupos etarios, especialmente en los más jóvenes, que antes eran precisamente los que marcaban mejores resultados para la administración actual.
Las personas entre 25 y 34 años constituían el grupo que más apoyaba a Piñera en mayo, con el 28,5% de aprobación. Hoy, el respaldo en ese grupo alcanza solo un 2,8%. En el segundo grupo donde el Presidente generaba más apoyo en mayo, entre 18 y 24 años con un 26%, hoy marca 3%.
Otro grupo que también mostraba un apoyo mayor al Mandatario y que cambió en la última encuesta fueron las mujeres. Del universo total que aprobaban su gestión al mando del país en mayo pasado, el 53,3% eran mujeres y un 46,7% hombres.
Hoy, del grupo que lo respalda, las mujeres son el 39,4% y los hombres el 60,7%. Al hacer el ejercicio tomando a todo el universo de mujeres, sólo el 4,6% apoya la gestión de Piñera, versus el 7,6% de los hombres.
Al ser consultados sobre el candidato por el cual votaron en la primera vuelta presidencial de 2017 -dentro del subgrupo que dijo haber votado en la elección presidencial pasada-, el 29% dijo haber votado por Sebastián Piñera, 2,1 puntos menos que la encuesta anterior (pero de todas formas aún lejos del 15,8% que dice haber votado por Alejandro Guillier). Esta vez, eso sí, se agregó una pregunta adicional, respecto de cuál fue la elección que tomaron en segunda vuelta. Ahí, entre toda la muestra, solo un 18% dice haber votado por el actual Presidente.
A pesar de que el porcentaje que reconoce haber votado por Piñera es bajo, aun en ese grupo la desaprobación es mucho mayor que la aprobación. Según los datos de la CEP, el 70,5% de ese grupo desaprueba la gestión del gobierno y solo el 16% la aprueba.
Una de las claves que algunos expertos han atribuido a la pérdida del voto más duro del Presidente sería el tema del orden y la seguridad, en medio del escenario de hechos violentos registrados en los últimos meses.
La CEP también da algunas luces de eso. Entre las preguntas del sondeo se cuenta una respecto a cuál valor le da más importancia la gente, haciendo una escala en la que el número 1 es “que haya libertades públicas y privadas” y 10 “que haya orden público y seguridad ciudadana”. Ahí, en la muestra total, el 33,1% eligió los números 8 al 10, es decir, se inclinaban por el orden más que por las libertades públicas. Sin embargo, entre quienes dicen haber votado por el Mandatario, un 46,7% decidió elegir un número entre 8 y 10 (ver gráficos). Mientras, solo el 7,5% optó por los números 1, 2 ó 3.
Algo similar se registra cuando se pregunta si se está de acuerdo o no con la afirmación “en vez de tanta preocupación por los derechos de las personas, lo que este país necesita es un gobierno firme”. En la muestra total, el 31,9% está de acuerdo o muy de acuerdo con esa frase, cifra que salta hasta el 47,1% entre los votantes del Presidente. Asimismo, un 48,7% del total de la muestra está de acuerdo o muy de acuerdo con la frase “Lo que nuestro país necesita es un líder fuerte con la determinación para llevarnos por el camino correcto”, porcentaje que se eleva al 61,6% en el grupo que dice que votó por Piñera.
Entre los votantes del Presidente en segunda vuelta también se refleja mayor pesimismo hacia el futuro. Si en la muestra total el 27,2% cree que en los próximos 12 meses la situación económica del país empeorará, en este grupo que optó por el Mandatario el porcentaje que cree que la situación será peor se empina hasta el 34,8%.
Pero, por otro lado, ese mismo grupo tiene una percepción un poco mejor sobre cómo está la economía del país hoy. El 49,4% dice que el escenario está malo o muy malo, cifra que sube al 55,5% en la muestra total.
EUGENIO GUZMÁN, UDD: “El punto de quiebre se produce a partir del 18 de octubre. En el caso particular de los sectores de derecha, esa desaprobación responde a cómo se manejó, la oportunidad o velocidad, en que se dieron respuestas en materias del control de orden”.
MARCO MORENO, U. Central: “Como ha dicho buena parte de su sector, Piñera dejó de gobernar con las ideas de la derecha en Chile, con las ideas de lo que era su proyecto y comenzó muy tempranamente a acceder ante la presión de otros actores sociales para poder tener el apoyo en las encuestas”.
ROBERTO IZIKSON, CADEM: “Al tomar la decisión de hablarle al Congreso y pedirle que llegara aun acuerdo, la opinión pública se quedó con el sentimiento de que el Presidente no dijo nada, lo que generó un quiebre tanto entre quienes lo aprobaban y querían estado de emergencia”.