Felicitó a un inspector que detuvo a un delincuente; reportó y monitoreó cuántos hogares estaban sin electricidad producto de la lluvia, y visitó colegios. Esos fueron los temas en los que, al menos públicamente y a través de su cuenta Twitter, estuvo ayer el alcalde de Las Condes Joaquín Lavín (UDI), mientras el Centro de Estudios Públicos lo posicionaba como el político mejor evaluado con 56% de aprobación (8 puntos más que en diciembre del año pasado) y menor rechazo a nivel nacional.
A la luz de las cifras, la estrategia de exposición pública —que incluye apariciones semanales en un matinal y diarias en su programa radial— le rindió resultados. Por eso el alcalde tiene decidido continuar abocado a sus propuestas comunales y no entrar al debate político duro, procurando mantenerse alejado de disputas partidarias, como las que ayer tensionaron a su partido, la UDI, con el gobierno por el cambio de gabinete.
“Cuando Lavín empieza a verse más político, no le va tan bien. Sus experiencias fueron relativamente malas, cuando estuvo en el Ministerio de Educación, por ejemplo. A él le conviene seguir siendo eficiente en su municipio y mostrarse abierto a otros sectores”, dice Germán Silva, académico de la UAI.
Pese a la ventaja, los analistas advierten sobre la fragilidad del resultado obtenido ayer, con miras a las aspiraciones presidenciales de Lavín. “Michelle Bachelet bajó 4 puntos de una encuesta CEP a otra sin hacer nada. Manuel José Ossandón subió significativamente (a 37 puntos de evaluación positiva) sin hacer mucho despliegue. Los resultados que muestran las encuestas en general son frágiles, porque estamos en un momento de cambio y adaptación”, comenta Alejandro Olivares, de Flacso Ecuador.
En la CEP de 2010, por ejemplo, Lavín, marcaba 62% de aprobación y 18% de rechazo. Pero cuando enfrentó temas complejos como ministro de Educación, su desaprobación llegó a 33% y su aprobación cayó a 35%.
Tomás Fuentes, vicepresidente de RN y asesor del senador y precandidato presidencial Andrés Allamand, recalca a propósito de esa cifras que la aprobación no es lo mismo que intención de voto. “Es muy frágil (su aprobación). No es lo mismo abordar siempre los temas sencillos, con un presupuesto municipal con más de $200 mil millones disponibles, a tener que abordar los temas complejos que destacan por no tener recursos (…) Se mantendrá lo que más pueda en los temas sencillos, sin involucrarse directamente en otros que sean más complejos. No veremos a un Lavín hablando de grandes reformas ni de proyectos de ley”, sostiene Fuentes.
El blanco
Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD, dice que tras la encuesta CEP, Lavín se transformará en un objetivo de la oposición y de sus competidores en Chile Vamos. “Lo identificarán como enemigo y es probable que dentro de poco esta suerte de no agresión se transforme en un objetivo para enfrentar, y eso lo puede desgastar. Pero si él se mantiene en su ámbito municipal, podría seguir subiendo”, señala.
De hecho, sus adversarios políticos ya han deslizado críticas, a propósito de su idea de crear brigadas juveniles para fiscalizar la venta de alcohol a menores. La diputada RN Ximena Ossandón, hermana del precandidato y senador, asegura que “es un error de Lavín usar a los niños en las ‘patrullas de menores’, porque no es un trabajo para ellos, sino para fiscalizadores adultos o, en última instancia de Carabineros. Los niños están para ser protegidos y no ser expuestos a riesgos”.
La propuesta fiscalizadora hizo recordar algunas memorables ideas de Lavín, como cuando quiso combatir la sequía bombardeando las nubes con hielo seco. Sobre el riesgo que correría el alcalde con este tipo de acciones, Arellano afirma que, pese a las polémicas, la ciudadanía le reconoce su intención “innovadora” y el ser una autoridad diligente.