Hace 8 meses cambió su nombre de Twitter a “Felipe” a secas, y desde entonces ha estado tratando de posicionar su nueva marca como presidenciable.
En enero renovó su equipo y contrató a la agencia publicitaria Reactor para que lo ayude a instalar en la opinión pública su nuevo nombre y así diferenciarse de su tío José Antonio Kast, quien también tiene aspiraciones de postular a La Moneda.
Sólo en marzo ha tenido 51 apariciones en medios de comunicación: ha estado en 11 radios (de Santiago y regiones) y en 4 matinales. Y es panelista estable del programa Conectados, junto a Checho Hirane, todos los martes, de 11:00 a 13:00 horas, en radio Agricultura. También ha participado en foros académicos y empresariales: el viernes estuvo en un encuentro de la Sofofa sobre la reforma tributaria junto a los senadores Andrés Allamand (RN) y Ximena Rincón (DC) y el diputado Giorgio Jackson (RD).
Felipe Kast, el senador y líder de Evópoli, necesita visibilizarse.
Sin embargo, el decano de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, advierte que su problema es que “no encuentra la posibilidad de construir un nicho propio, que permita traer votos por el lado de Lavín, y del mundo más duro, como los de José Antonio Kast”.
Guzmán agrega que “en el caso de Lavín y de José Antonio, son más nítidas sus ofertas, una de centro y otra típicamente de derecha. En el caso de Felipe le es muy difícil, porque no tiene tanta trayectoria, es menos conocido, es más líquido”.
Uno de los problemas que ha vivido el presidenciable de Evópoli es compatibilizar las demandas de un electorado de derecha en La Araucanía —que debido a los problemas de orden público, suele ser más extremo y conservador— con sus posiciones, que siempre han sido más moderadas.
Además, su estrategia en 2018 de aparecer alineado con el Gobierno no le ha dado réditos, sino más bien costos. Por ejemplo, tras el asesinato de Camilo Catrillanca a manos de carabineros, pidió “prudencia” y esperar a la investigación judicial. Incluso en CNN Chile, un día después de la muerte del joven, el 15 de noviembre, dijo “no tengo por qué no creerle a Carabineros”, lo que le valió críticas luego de que se supiera de los efectivos policiales habían mentido y escondido evidencia.
También en las encuestas sigue estancado. En la Criteria Research de marzo, Felipe Kast aparece superado por cinco personajes (Beatriz Sánchez, J.A. Kast, Joaquín Lavín, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet). Su mención como presidenciable está en un 5%, cifra que casi no ha tenido variaciones, ya que en abril del año pasado era 6%. Y en el estudio de Activa Research dado a conocer el miércoles pasado marcó sólo un 3,3%.
Sus “matices” con La Moneda
La urgencia de despegar lo ha hecho marcar “matices” con el Gobierno: ha presentado propuestas para fomentar la reinserción escolar (como contraparte al proyecto de control de identidad); en la reforma tributaria solicitó poner un foco “verde” (elevando el impuesto a las emisiones de carbono) y ante Admisión Justa planteó una “Ley Machuca Liberal”, que integre a estudiantes de bajos recursos a colegios particulares.
Según el director de la agencia Multitud, el publicista Ángel Carcavilla, a Felipe Kast “le falta ser más incorrecto, más jugado, no se puede estar con Dios y con el diablo. Como decía Víctor Jara: ‘Usted no es nah, ni chicha ni limoná’ Y eso publicitariamente es muy fome”.
Respecto de su estrategia, la senadora Carmen Gloria Aravena (Evópoli) opina que “es bueno apoyar la labor del Gobierno y diferenciarse cuando sea necesario, pero no en todo”, agrega.
El subdirector de Horizontal (centro de estudios ligado a Evópoli), Cristóbal Gigoux, cree que para Kast “es clave trabajar con el Gobierno, pero dando nuestra opinión y tratando de influenciar”.
El propio Kast dice: “Mi foco de trabajo es La Araucanía, y el poder colaborar con el Gobierno para implementar las reformas de los cinco grandes acuerdos, de los cuales la reforma de infancia y la paz en La Araucanía son mis prioridades”.
Sombra del tío
Según publicó La Tercera en mayo, Evópoli encargó una encuesta a Cadem para conocer qué tanta confusión había entre un Kast y otro. Ese tema preocupa al senador al menos desde 2016, año en que su tío renunció a la UDI y comenzó a perfilarse como presidenciable.
Por eso “Felipe” optó por su nombre en vez de su apellido. Además de contratar a la agencia Reactor para una desarrollar una nueva estrategia de redes sociales, hoy tiene a una experta en comunicación política como jefa de gabinete.
Sobre estas acciones, Guzmán opina que: “Eso le permite blindarse en el mundo de la élite. Pero no sé si le permite expandir electorado”.