Una semana después de que el Presidente Sebastián Piñera emplazara a la oposición y a ciertos parlamentarios disidentes de Chile Vamos a aprobar la ampliación del control de identidad para menores de edad, el propio Mandatario dio un giro en su estrategia legislativa confrontacional, al convocar a representantes de partidos de oposición a dialogar en La Moneda. El cambio de tono —que comenzará con citas programadas para mañana y el miércoles con los presidentes de la DC, el PS, el PPD y el PRSD— fue explicado hoy por el ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, uno de los pocos en La Moneda que defendían la llamada “política de acuerdos”. Primero en entrevista con Radio Infinita, Blumel dijo que “estas reuniones responden a una preocupación, que es que el clima de diálogo se ha deteriorado”.
El ministro profundizó sus palabras en conversación con “La Segunda”. “El objetivo fundamental es retomar un clima de diálogo y acuerdos para poder avanzar con las reformas fundamentales que son prioridades de la ciudadanía como la reforma previsional, la modernización tributaria y todos los temas que preocupan a la gente”, dijo el titular de la Segpres, quien recordó que éste es un tema presente desde la elaboración del programa de gobierno en 2017.
“En 2018 lo logramos de buena manera con los cinco grandes acuerdos nacionales, en el 2019 queremos retomar ese clima, porque es indispensable”, dijo. Consultado sobre quién era el responsable (el gobierno o la oposición) de que se haya deteriorado el entendimiento, Blumel dijo que “en esto siempre hay responsabilidades compartidas, pero lo relevante, más que echarse la culpa unos a otros, es tomar la iniciativa para poder recuperar un clima de diálogo y acuerdo”. Además, comentó que si bien partirán con la DC, el PPD, el PS y el PRSD, la idea es invitar a las reuniones a los otros partidos opositores con representación parlamentaria, como el PC y Revolución Democrática. Si bien el nuevo impulso a la “política de acuerdos” es un cambio respecto de la decisión de Chile Vamos de avanzar con las reformas e, incluso, perder, pero “sin renunciar a las ideas de la derecha”, la apuesta y el desafío del Gobierno es lograr complementar ambas posturas.
Confrontación y pifias
Aunque en La Moneda tenían dentro de su planificación concertar algún acercamiento con los partidos opositores, en las últimas dos semanas el debate se polarizó por el anuncio del Presidente Piñera de enviar un proyecto para permitir el control de identidad a adolescentes desde los 14 años.
A ello sumó la discusión por la creación del nuevo foro de integración sudamericana Prosur, que ha sido cuestionado por ex cancilleres en los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, ambos conglomerados hoy disueltos. Además, el jueves de la semana pasada el Presidente Sebastián Piñera fue objeto de pifias en el concierto de Paul McCartney, lo que se transformó en un golpe psicológico para el Gobierno.Y si bien la baja de 3 puntos en la aprobación presidencial en la Cadem está dentro del margen de error, el rechazo al Mandatario subió 4 puntos, llegando al 50% en la semana pasada. A juicio del académico de la UDD, Rodrigo Arellano, el Presidente se inclinó por una tesis que además de Blumel era defendida por el senador RN Andrés Allamand, de “buscar entendimientos con aquellas personas que pueden propiciar votaciones favorables”, pensando en proyectos estratégicos como las reformas tributaria y de pensiones. Según Marco Moreno, cientista político de la U.Central, esas reformas, proyectadas como “legado” de la segunda administración de Piñera, “no pueden pasar sin acuerdos con la oposición y lo que se está buscando es justamente el entendimiento con la antigua Concertación”.