Hace varias semanas que Andrea Balladares, ex presidenta de la Juventud RN y hoy jefa de Gobierno Interior —cargo dependiente del ministro de Interior— asumió en plenitud, en coordinación con intendentes y ministerios, el rol de chequear los antecedentes de posible seremis y gobernadores que aún se encuentran vacantes.
Originalmente a cargo de esta verificación se encontraban la ministra Segegob Cecilia Pérez y el jefe de gabinete del ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, Julio Isamit. Y aunque se mantuvo la lógica del trabajo en equipo, en el Gobierno decidieron que para resolver la situaciones pendientes ya no era necesario que estuviera en manos de la ministra y el asesor de la Segpres.
El saldo del trabajo, no obstante, tenía algunos puntos negativos. De los 246 seremis designados en marzo, al menos 21 (según el cálculo oficial) se habían caído por “motivos personales”. A algunos se les reprochó falsear experiencia laboral; a otros, tener problemas judiciales.
También hubo dificultades con dos gobernadores. Uno de ellos, Luis Garrido, en Antofagasta, renunció el 12 de abril argumentando también “motivos personales”, pero dos días antes, había revelado una conversación con la ministra Pérez, en la que supuestamente ella le preguntaba informalmente si le había “pegado a su señora”, si tenía problemas judiciales o comerciales.
Y si bien hasta ese momento los errores del Gobierno estaban limitados a designaciones regionales y, de vez en cuando, alguna declaración polémica, especialmente de los ministros Gerardo Varela (Educación), José Ramón Valente (Economía) y Emilio Santelices (Salud), la fallida proposición de un trío de hombres para TVN escaló por primera vez al Presidente Sebastián Piñera, pues el oficio dirigido al Senado tenía su firma.
Paradójicamente, hasta el fin de la semana pasada, en Palacio se felicitaban de la buena marcha del Gobierno.
Incluso, el domingo, El Mercurio reveló una minuta de la Segpres, que señalaba que la instalación de esta nueva administración piñerista había sido “intensa y eficiente”, mejor que la protagonizada por Michelle Bachelet en 2014. De hecho, esa minuta cifró en un 8% los casos fallidos de nombramientos.
Martes negro
Sin embargo, el martes pasado, el clima político cambió. Ese día, el Presidente retiró el oficio, que tenía su firma, con su propuesta inicial para el directorio de TVN. Al día siguiente él mismo admitió un error. Había fallado el análisis político y jurídico, que no consideró el equilibrio de hombres y mujeres para el directorio del canal.
El mismo martes, el ministro Varela sorprendió con las declaraciones sobre condones y sus hijos “campeones”, dichos que terminaron por colmar la paciencia de senadores RN como Manuel José Ossandón y Andrés Allamand, quienes le reprocharon a su locuacidad.
Si bien el estilo de Varela era conocido, sus nuevas frases, en las que además volvía a defender el lucro, se producían un día después de que el Presidente anunciara una reforma sobre gratuidad en educación técnico profesional, afirmando que al menos en enseñanza superior no habría lucro.
Varela, sin querer, copó el debate en los medios, opacó el anuncio del día anterior de Piñera e incendió aún más la convocatoria para la marcha estudiantil del jueves. De hecho, las federaciones estudiantiles y parlamentarios del Frente Amplio parafrasearon los dichos del ministro para levantarlos como lemas de protesta. Por ejemplo, la diputada Pamela Jiles lo instó a “condonar” la deuda de CAE.
Por su parte, el ministro Santelices también puso lo suyo al reconocer, el mismo martes pasado, que hubo una confusión con las cifras del VIH que había dado la semana pasada.
Repuesta del bacheletismo
Los episodios del martes alentaron a ex colaboradores del gobierno de Bachelet a salir a refutar el optimismo del actual Ejecutivo.
El ex jefe de jurídico del Ministerio del Interior, Luis Correa Bluas (PS), asegura que ningún caso el primer mes de Piñera fue mejor que la fase inicial del anterior periodo y agrega que en 2014 sólo tuvieron 12 nombramientos fallidos de un total de 252. “La instalación de Bachelet fue mucho más eficiente y más rigurosa. A mí me tocó personalmente hacer los chequeos. Como (el ex subsecretario Mahmud) Aleuy es ingeniero se hizo un protocolo de información, con unas veinte preguntas a los candidatos cuyas respuestas después chequeábamos. Si el candidato decía tener un título, después nosotros verificábamos que lo tuviera. No como en este gobierno en que una seremi dijo tener tres profesiones y no pudo acreditar ninguna, algo que está en el límite de una infracción penal”.
Los límites del Senado
La fallida proposición para TVN —que Piñera corrigió enviando una nómina con la periodista Pilar Vergara, la economista Anita Holuigue y el abogado Gonzalo Cordero—, expuso además las limitaciones del Mandatario frente al Senado, lo que podría dar cuenta de una debilidad política mayor. Incluso, bastaron comentarios críticos de algunos senadores opositores sobre la propuesta para que el Gobierno prefiriera no arriesgarse a una derrota.
Si bien la oposición tiene mayoría en ambas cámaras, particularmente la buena relación con el Senado es clave para asegurar futuras designaciones. Por ejemplo, en el mandato de Piñera deben nombrarse 8 ministros de la Corte Suprema en acuerdo con la Cámara Alta, además de otros tres directores de TVN.
Sortear trabas que planteen senadores opositores no es la única valla. En esa corporación hay, al menos, cuatro senadores oficialistas, con aspiraciones presidenciales claras: Ossandón, Allamand, Francisco Chahuán y Felipe Kast, además de una expectante Jacqueline van Rysselberghe, quienes en cualquier momento podrían desmarcarse de la agenda del Gobierno en función de su propio proyecto político.
De hecho, Andrés Allamand, quien se había mantenido en general con comentarios esporádicos y ceñido a la postura del Gobierno, además de sus críticas a Varela, también deslizó un cuestionamiento por la falta de análisis para elaborar la primera propuesta para el directorio de TVN.
“En el caso de TVN, si hubiese habido una mejor conversación con los senadores, con la oposición y con gente de la TV se podría haber tomado una mejor decisión. Que se te vayan temas técnicos son errores no forzados”, comenta el académico de la U. Central, Kenneth Bunker.
“Lo de TVN fue un error muy profundo, grave”, señala Rodrigo Arellano, académico de la UDD, quien igualmente valora la capacidad del Ejecutivo para retractarse y enmendar el error.
En ese punto coincide la ex ministra del Sernam, Loreto Seguel (Evópoli): “La ministra Pérez tiene experiencia en esto y se han reconocido los errores”.
Pese a ello, una de las damnificadas del caso de TVN fue precisamente Pérez, por haber sido la encargada de negociar los nombres de la fallida nómina.
La semana aún no termina
A pesar de que ayer La Moneda dio por cerrada la polémica por TVN, Piñera abrió otro flanco, al nombrar a su hermano Pablo Piñera como embajador en Argentina, designación que generó una ola de críticas. Incluso la senadora Carolina Goic decidó bajarse de la comitiva (ver página 13).
El jueves también se desató otra polémica por el retiro del proyecto que indemnizaba a víctimas de la dictadura. Y a pesar de que La Moneda tenía fundamentos para su decisión, recién hoy la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren salió a contener la críticas y explicar la razones del Ejecutivo (ver pagina 15).
A juicio de Kenneth Bunker, lo que le ha ocurrido al gobierno esta semana son “autogoles”. “Piñera está jugando contra Piñera o la derecha contra la derecha. Y cuando no tienes un rival, te vas a equivocar igual, contra ti mismo”. Loreto Seguel dice que lo que ha ocurrido “es parte del proceso de instalación de cualquier gobierno”. “No hay que desconocer que pueden haber existido errores, pero lo importante es remediarlos”. Agrega, además, que en las casi seis semanas de gobierno “se ha ido avanzando en cosas concretas, en promesas de campaña”.