La antesala de la primera vuelta dejó a Chile Vamos y al Frente Amplio en disputas que no prevén grandes sorpresas en sus respectivos bloques según las últimas encuestas. De acuerdo al último sondeo elaborado por Cadem, el expresidente Sebastián Piñera marca el 26% de las preferencias de entre todos los aspirantes a La Moneda, mientras que sus contendores en las primarias, el senador Manuel José Ossandón y el diputado Felipe Kast, alcanzan un 4% y 1%, respectivamente. Mientras que en la vereda del frente y en el mismo sondeo, Beatriz Sánchez aparece con el 8% de las preferencias y Alberto Mayol ni siquiera figura en las menciones. Bajo esta premisa, el decano de la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, advierte que «si el candidato es seguro puede que menos gente vaya a votar».
A ello se suma que en las primarias del 2013, hubo una participación de un poco más de tres millones de electores, de los cuales 2.137.423 concurrieron al proceso de la Nueva Mayoría, sector que, tras la decisión de la Democracia Cristiana de ir directamente a primera vuelta, no será parte de la consulta.
Frente a ese dato el director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, advierte que «es muy difícil que se replique la participación de la primaria pasada», y que si existen votantes independientes de la Nueva Mayoría que decidan sumarse a la consulta del bloque de oposición y al Frente Amplio, será en cantidades marginales.
Sin embargo, Guzmán advierte que pueden existir dos factores que incidan positiva y negativamente en la participación. El primero es la variable movilizadora, que hace referencia a que muchos votantes se sumen con tal de subirse al carro de la victoria. Y segundo, que es lo que podría restar gente a esta elección, es la desafección política, que a juicio del académico de la UDD es un fenómeno que se ha agudizado durante los últimos años.
«El tiro por la culata»
La semana pasada, el abanderado por la UDI, RN y el PRI, se mostró optimista respecto al número de votantes en la consulta de su sector, expresando que espera más de un millón de votos para Chile Vamos. Al respecto, Morales advierte que los propósitos numéricos del presidenciable no son prudentes y que comprometerse con una cifra tan alta «le puede salir el tiro por la culata».
De hecho, la meta ha llevado a la coalición opositora a mostrar preocupación ante una posible alta abstención.
De esta manera, la UDI ha alineado a sus militantes en un trabajo amplio de convocatoria a primarias, que tuvo su puntapié inicial el pasado sábado y que contó con la presencia del expresidente Piñera.
De la misma manera, RN ha desplegado su trabajo para llamar a la participación, una labor a cargo del senador Alberto Espina, quien junto a Andrés Chadwick, ya ha visitado Rancagua y Melipilla. Mientras que en el PRI expresan que prefieren «ocuparse en vez de preocuparse» y esperan que Piñera gane con un 65%-70% de los votos.
La incógnita del Frente Amplio El bloque conformado por Revolución Democrática y otros once partidos representa una incógnita para los analistas: ¿Cuál es el poder de convocatoria de esta coalición? Morales cree que si el Frente Amplio logra llevar el 2 de julio a 500.000 personas a las urnas, será un triunfo para el bloque.
Para esto cree que ciudades como Arica, con la presencia del Partido Liberal; Santiago, donde tiene su mayor participación; Valparaíso, donde la alcaldía fue ganada por el candidato de ese sector, Jorge Sharp; y Magallanes, con la presencia del diputado Gabriel Boric, serán clave para alcanzar esta cifra.
En cambio, si la coalición de Mayol y Sánchez no supera la cifra de 300.000 personas, el cientista político, afirma que eso indicaría que el Frente Amplio «no es una alternativa a nivel nacional».
La vocera del Frente Amplio, Manuela Veloso, afirma que su coalición apela a un electorado descontento y que los resultados «quizás no se reflejen en julio, pero probablemente sí se reflejarán con más fuerza en noviembre, que nuestra apuesta política revierta la tendencia de la alta abstención que vemos en Chile».