Una Navidad más austera en cuanto a la entrega de regalos vivirá una gran parte de los chilenos. Así al menos lo indica el Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo, que indicó que el 65% de los chilenos dice que hará «peores» regalos de Navidad este año en comparación al 2015.

La cifra se basa en una encuesta realizada a 883 hombres y mujeres mayores de 18 años, cuya mayoría dijo que no estaba dispuesta a invertir en buenos obsequios.

El negativismo no se remite a esto. El 57% de los consultados expresó que en esta oportunidad las rebajas para comprar habían sido peores que las del año pasado, mientras más de la mitad piensa que recibiría peores que el año pasado.

Se trata de números marcados por la situación económica actual y que vuelven a traer un debate que pareciera eterno sobre el real sentido de la Navidad.

El materialismo y consumismo son vistos negativamente y muchos proponen desterrarlo. La premisa es abrir el corazón y compartir en familia.

La crítica es válida, pero injusta con el concepto de regalar, que no tiene nada de malo. Basta recordar la historia bíblica, con los reyes magos en el que uno incluso entregó algo tan costoso como oro.

Si con un obsequio una persona, especialmente un niño, tiene una sonrisa ¿qué tiene de malo el ser el propulsor de esto?

El asunto cambia cuando -como en todo en la vida-hay un exceso. ¿Cuántos regalos debe recibir un niño en Navidad? es la preguntas que muchos se hacen. La respuesta no es tan complicada como el debate del real sentido de estas fiestas, al menos para varios expertos que indican que no hay que dar tantos, ni tan caros, ni tampoco todo lo que se pide, más si no han tenido una correcta conducta. La fórmula pareciera estar en el equilibro entre dar un regalo que sirva y dé alegría, pero que la Navidad no se base en esto. En el fondo un complemento.

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