Según analistas, que la mandataria fuera apoyada por menos de un quinto de la población generaría un escenario complejo: aparición de fuertes deslealtes partidistas, quiebre del bloque gobernante y debilidad del aparato institucional, son algunas de las posibilidades mencionadas por los expertos.
Se decía que Michelle Bachelet era incombustible y las encuestas así lo demostraban. Dejó su primer mandato con 84% de respaldo y, ni la crisis del Transantiago, ni las críticas por su gestión durante el 27-F, consiguieron minar su credibilidad. Pero fue el destape del Caso Caval en febrero pasado, y la aparición del Caso SQM, lo que produjo que el respaldo a la Presidenta se desplomara definitivamente.
Revisar nota completa publicada en El Pulso 22/06/2015.