Analistas abordan el escenario en el oficialismo por los bandos que han surgido a favor del Apruebo o Rechazo a la nueva Constitución, proceso que enfrentará su fecha clave el 26 de abril.
«Son dos meses donde vamos a tener que tener mucha capacidad, habilidad y respeto de todos quienes forman parte de la coalición, y nuestro rol como autoridades de Gobierno es darle garantía a los ciudadanos y también permitir que esa diversidad no termine significando un conflicto».
Esas fueron las palabras del ministro Gonzalo Blumel este martes sobre las corrientes que mueven en agua en el oficialismo. Todo motivado por los bandos que han surgido a favor del Apruebo o Rechazo en el plebiscito del 27 de abril por una nueva Constitución. Quienes están por mantener la actual Carta Magna de 1980, la UDI y parlamentarios RN, incluso de Evópoli, ya han realizado campañas a favor. Mientras que por la modificación figuran otros representantes de Renovación Nacional y del propio Evópoli, aunque también del gremialismo, como el alcalde -y principal carta presidencial del bloque- Joaquín Lavín.
El tema también fue abordado por el senador RN Manuel José Ossandón quien señaló que «Chile Vamos tiene que abrir todos los espacios para que todos puedan competir y manifestar lo que opinen, esa es la gracia, porque nosotros tenemos que llegar a puntos comunes». En este escenario, diversos analistas abordan con Emol el panorama para Chile Vamos en los complejos meses venideros.
¿Cómo debe manejarse en un tema con visiones contrapuestas?
«Chile Vamos enfrenta un momento complejo, pero corto. La diversidad de opciones frente al plebiscito de abril genera tensión y esto sólo irá en aumento, por otro lado el post plebiscito y el ciclo electoral intenso de los próximos 18 meses lo obligan a cuidar la unidad. Al final del día en Chile Vamos las diferencias no son de principios, sino más bien de personalidades. Así que la receta es fortalecer la institucionalidad interna. El trabajo coordinado de los partidos facilita el diálogo y la coordinación. Tampoco hay que dramatizar las diferencias, que son en parte lo que justifica que sean varios los partidos y no solo uno, como si todos pensaran igual. Los límites de esta legítima diferenciación son el ánimo de trabajar juntos», Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas UDD.
Revisa la nota original pinchando AQUÍ