En el último año, la creación de empleo en el segmento etario fue de 79.835, de un total de 81.733, instalando a los seniors como el grupo que más incide en la generación de nuevos puestos de trabajo. Según los expertos, los mayores tienen una alta prevalencia en empleos por cuenta propia, lo que explica que se haya podido seguir incrementando el trabajo en forma importante en 2019, pese a la crisis.
La tendencia hacia una mayor actividad laboral entre la población de más de 65 años es un fenómeno común en casi todos los países desarrollados, que ha ido de la mano con las mayores expectativas de vida. En Chile, la situación no es distinta, donde la participación de las personas de 65 o más años en el mercado del trabajo es superior a la tasa de participación promedio de los países de la OCDE, que fue de 15,26% en 2018, según afirma Carmen Cifuentes, asistente de investigación del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la Universidad de los Andes.
Más aún, al analizar el comportamiento del empleo en 2019, se observa que este segmento etario incide más que cualquier otro grupo en la creación de empleo.
Según Juan Bravo, analista macroeconómico senior de Clapes UC, en el último año, la creación de empleo de 65 años y más fue de 79.835, de un total de 81.733 nuevos puestos laborales. En tanto, en los últimos cinco años se crearon 227.099 empleos en el segmento de 65 años y más, de un total de 533.916, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas, INE. “La creación de trabajo del último año está marcada por la crisis social que vive el país, y como este segmento tiene una alta prevalencia de empleos por cuenta propia, eso explica que el de este grupo etario se haya podido seguir incrementando en forma importante”, dice Bravo.
Análisis con el que coincide Felipe Berger, economista de LyD. “Los adultos mayores tienden a migrar del trabajo más formal, al informal”.
En efecto, prácticamente la mitad del aumento anual del empleo de personas de 65 años y más fue trabajo por cuenta propia.
Así, al trimestre octubre-diciembre de 2019, el 43,9% de los ocupados de este grupo era cuenta propia, mientras que solo el 32,9% era asalariado privado. Esto contrasta con lo que ocurre con el segmento de 15 a 64 años, en donde el 59,2% de los trabajadores es asalariado privado y solo el 20% es cuenta propia.
Para Bravo, la razón de la tendencia es que a los seniors se les hace más difícil conseguir empleos en formatos de asalariado privado, ya que algunos empleadores evitan contratar personas de tercera edad, lo cual en parte se debe a factores culturales. “Sin embargo, hay personas de esa edad que tienen las ganas y la energía para realizar trabajos en ese formato, pero se les restringen las posibilidades”, precisa.
Para comprender mejor la evolución de este segmento es necesario considerar que Chile está viviendo un proceso demográfico de envejecimiento de la población, en el que la población de 65 años y más se va engrosando y ganando importancia relativa a otros segmentos.
Así, el segmento de 65 años y más pasó de representar el 5,3% de la fuerza laboral en el trimestre octubre-diciembre 2010 a 6,5% el trimestre octubre-diciembre 2014 y en el trimestre móvil octubre-diciembre 2019 esa cifra ya va en 8,5%. “Esto obedece no solo a que esta población tiene mayor ponderación, sino que la participación laboral ha aumentado en el tiempo”, dice Bravo, agregando que en el trimestre octubre-diciembre 2019 la tasa de participación de este grupo es de 25,9%, mientras que hace nueve años era de 21,8%.
Mauricio Apablaza, director académico de Cipem y director de Investigación Facultad de Gobierno de la UDD, detalla que de los 761 mil mayores de 65 años ocupados a finales del 2019, 525 mil eran hombres y 236 mil eran mujeres. Porcentualmente, de la población mayor ocupada, 68,9% es hombre y 31,1% mujer.
“En cuanto a las actividades productivas en las que más participa este segmento, destacan el comercio y la agricultura, con el 22% y 14% de los adultos mayores ocupados, respectivamente. Luego se encuentran la industria manufacturera (8,5%), construcción (7,7%), y transportes y almacenamiento (7,3%)”, explica Apablaza.
Con todo, una de las principales conclusiones es el aumento de la población ocupada mayor. Entre 2010 y 2019, la población total ocupada creció un 23%, según Cipem. En cambio, la población ocupada mayor casi se duplicó en 10 años, pasando de 406.526 personas a 761.322 (ver infografía).