Pese a que debutó el pasado 24 de marzo como panelista en el programa Estado Nacional de TVN y pronto lo hará en el noticiero del canal Mega Plus, el escritor y exministro de Sebastián Piñera, Mauricio Rojas —quien duró 94 horas en el Ministerio de las Culturas— trató de regresar este fin de semana a una suerte rol “político moral” para derecha con, al menos, dos hitos.

Primero con su entrevista en El Mercurio donde reafirmó que está “expuesto”, que no va “a esconderse”, y que su truncado paso ministerial le dio “una plataforma quizás más importante: hoy soy un personaje mucho más conocido y por eso estoy en TVN”. En la oportunidad, además, destacó que cuenta con el respaldo del Presidente Sebastián Piñera, con quien mantiene una relación de “respeto”, según dijo. Además confidenció que está colaborando con el discurso de la cuenta pública anual del próximo 1 de junio. No como el año anterior, según reconoció, pero si dando “algunas opiniones” para la elaboración.

También el mismo domingo, en que salió publicada la entrevista, protagonizó varias discusiones en el programa Estadio Nacional de TVN con la diputada comunista Carmen Hertz, quien le espetó: “los conversos son los peores” (ver secundaria).

La polémica hoy continuaba. Rojas en Twitter publicó una declaración de la Unión Europea con la que trataba de desvirtuar la afirmación de la parlamentaria comunista de que la legitimidad de las elecciones venezolanas de mayo de 2018 había sido reconocida por los países del “viejo continente”.

“Saca ronchas”

A juicio del vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD, Rodrigo Arellano, “resulta mucho más fácil la vuelta al protagonismo político de Rojas. Él está detrás de una causa (defensa de la libertad) y las causas son difíciles de aplacar”.

Agrega que Rojas “a diferencia de otros ministros que quizás salen por resultados, se fue por persecución política de la izquierda (…) les saca ronchas, porque era del mundo de ellos y por distintas razones ahora está en la vereda política contraria”.

Para el analista político y académico UAI Cristóbal Bellolio, Rojas “es relevante en un sentido bien acotado”, porque tanto él como el canciller Roberto Ampuero (quien también era militante de la izquierda, pero que hoy se declara converso a las ideas del liberalismo) “son testimonios vivos del fracaso de los socialismos reales y de la superioridad moral, por así decirlo, del liberalismo político y económico. Con eso ya tienen ganado un espacio, aunque no es necesariamente electoral y puede ser formativo”.

“Los conversos manifiestan cierta rabia por haber creído en una opción equivocada. Y esa rabia muchas veces nubla los matices”, agrega Bellolio.

No le ven carrera electoral, por ahora

Arellano tampoco cree que el espacio a abarcar por el exministro sea electoral, pese a que fue diputado en Suecia, sino que su activo es “ser un tipo que genera ideas —que es algo que no es muy habitual en la derecha— y que le duele a la izquierda, porque le duelen los conversos que hablan desde la trinchera de la experiencia”.

“Me da la impresión que el rol que está jugando ahora hoy por hoy importante en la construcción de un relato para la centroderecha”, concluye Arellano.

Misma impresión tiene el director ejecutivo del IES, Claudio Alvarado: “Creo que su aporte más importante es el de aportar ideas y contenidos al relato de la centroderecha, como cuando planteó que había que incorporar el mérito y la solidaridad en el relato de lo que hoy es Chile Vamos”.

“Creo que ahí hace un mejor aporte que desde la trinchera política, que no le queda tan bien, porque la carrera política es más que estar en la polémica”, dice Alvarado.

Además de su reposicionamiento mediático —que incluye haber asumido el rol de director independiente suplente en Aguas Andinas— el próximo 14 de mayo Rojas lanzará bajo el alero de la Fundación para el Progreso el libro “Inmigración y emprendimiento, experiencias de Estados Unidos y recomendaciones para Chile”.

En la publicación entrega su visión sobre uno de los temas que también ha sido eje de acción del Gobierno desde que asumió el año pasado.