El estudio, que compara los niveles de confianza e influencia de 2008 con los de 2018, arroja que todos los actores, tanto públicos como privados, bajan en sus niveles de confianza. Esto incluye a Carabineros, sacerdotes y políticos. Sin embargo, hasta las entidades más cuestionadas siguen percibiéndose como influyentes en el mapa de poder de Chile.
La gente sigue confiando, prácticamente igual que antes, en el trabajo que hace Bomberos. Es casi la única institución que puede sacar conclusiones positivas tras los resultados de la segunda Encuesta de Influencia y Confianza, realizada por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo.
¿Cuánta confianza tiene usted en las siguientes instituciones?, es la pregunta que hace el sondeo y que compara los resultados con los obtenidos, diez años antes, en el primer estudio, realizado el 2008. Los números de hoy dejan de manifiesto una “caída generalizada” en la percepción de confianza de todos los actores, sin importar que estos sean públicos o privados.
“Hay un cambio notable que se expresa en la confianza. Es una debilidad que se está viendo en el sistema. Este escenario hace que las instituciones tengan una base más líquida, que frente a cualquier coyuntura la gente tienda a desconfiar más”, explica Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la UDD. En este contexto, tomando en cuenta personajes o instituciones públicas, son los diputados los que presentan un mayor declive, de 32%. También hay una gran baja en la confianza en la ex presidenta Michelle Bachelet, que sufre un descenso de un 30%. En tanto, los ministros bajan un 28%; los senadores, un 26%, y los partidos políticos, un 24%, en relación con lo obtenido en 2008.
En contraste, las entidades que se consideran como las más confiables son Bomberos y la PDI. Llama la atención que Carabineros, quizás la institución más afectada últimamente por faltas a la probidad y a la transparencia, sea calificado como el tercer actor más confiable, pese a bajar un 17% respecto de la nota de hace diez años. Esto se explica, según Guzmán, debido a que el sondeo de 2018 fue realizado antes del caso Catrillanca.
Pero principalmente porque, al haber bajado los índices de confianza de todas las instituciones o personajes por los que se preguntó, hay pocos cambios entre las posiciones de 2008 y 2018. De todas formas, se destaca que la policía uniformada sea superada por la PDI, que pasa al segundo puesto. Entre los actores privados, quienes lideran la baja son los sacerdotes católicos, que bajan un 40% entre la evaluación obtenida en 2008, y además caen 7 lugares en el ranking. Luego están las AFP, que descienden un 35%, y los pastores evangélicos, con un 29%. Quienes aparecen como los más confiables son los profesores universitarios y de colegios. Sin embargo, mientras la confianza en las instituciones baja, sube la percepción de la influencia que estas tienen. “En influencia no ha habido una caída, sino que un crecimiento en la importancia que se atribuye a los actores. La gente dice ‘confío poco, pero estas instituciones son importantes’. Entonces, por eso creo que hay espacio para mejorar la credibilidad”, explica Guzmán sobre los resultados.
Lo anterior, según se señala, podría sugerir la hipótesis de que se acepta la existencia de “un poder formal” de la mayoría de los actores; sin embargo, ello no tiene como correlato la confianza depositada en ellos. En relación con esto, considerando los resultados de 2008, varias entidades actualmente muy cuestionadas por la opinión pública aumentan la percepción de su influencia o su poder. Ejemplos claros de esto son los notarios, que suben en un 26% la imagen de poder que los sondeados tienen de ellos, y Carabineros, que pese a los escándalos también mejora en este acápite, específicamente un 16%. Ellos, de hecho, suben varios lugares en el ranking de influencia.
Entre los actores públicos son pocos los que bajan sus niveles. Solo, de hecho, la ex presidenta Bachelet y los partidos políticos. Quienes lideran el ranking son, con cierta ventaja, el Gobierno y el Presidente Piñera. En la misma línea están los resultados en los actores del mundo privado. Las AFP, que están entre las organizaciones en las que más se ha perdido la confianza, ganan en percepción de influencia (16%). Algo similar pasa con los sacerdotes, aunque en una escala menor (6%). Acá son los bancos, los empresarios y las mismas AFP quienes lideran.
La encuesta fue realizada entre agosto y septiembre de este año, en las comunas de la Región Metropolitana, a 791 personas mayores de 18 años, a través de un cuestionario aplicado en terreno.