La decisión presidencial de revertir el recorte presupuestario de $3.900 millones que sufrió originalmente el Sename y aumentarlo en $1.000 millones, dejó dañado al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, según analistas políticos.“El dañado en esta vuelta es Felipe Larraín, que aparece desautorizado por el Presidente.

Hacienda no aquilató el impacto de lo que significaba un recorte de esta naturaleza a la luz de lo que el gobierno declaró que era prioridad como el tema de los niños”, afirma el abogado y columnista, Jorge NavarretePara el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, “es un golpe de autoridad de Piñera, que corrige la estructura de prioridades de Larraín”.Claudio Fuentes, profesor de Ciencias Políticas de la UDP, sostiene que “parece que no hubo una comunicación adecuada de Hacienda con Presidencia y no puede ser que en un tema de primera prioridad del gobierno se produzcan esta descoordinaciones”.“Si la Dirección de Presupuestos hizo un recorte sin haber contemplado que la principal prioridad del gobierno es la infancia y el Sename, el déficit de visión política es del Ministerio de Hacienda.

Al corregirlo el Presidente, el que fue desautorizado es el ministro de Hacienda”, coincide el sociólogo Max Colodro.