Pese a que advertían que la invitación del Presidente provocaría problemas, en el bloque no lograron coordinar una postura común. Según los expertos, mientras la DC y Gabriel Boric leyeron bien la estrategia, el PS, el PC y el parte del FA quedaron en una incómoda posición.
SANTIAGO.- Habían pasado solo horas después del cambio de mando cuando el Presidente Sebastián Piñera planteó la necesidad de generar acuerdos nacionales en cinco materias prioritarias para su nueva administración: Infancia, Desarrollo y Pobreza, Seguridad Ciudadana, Salud y Paz en La Araucanía. Para ello, pidió a su ministro del Interior, Andrés Chadwick, generar distintas comisiones y grupos de trabajo de carácter transversal, con el objetivo de consensuar eventuales proyectos de ley y otras medidas que apuntaran a solucionar las demandas ciudadanas en esas áreas, convocando a parlamentarios de todo el arco político.
Se trató de un llamado a la unidad que finalmente se convirtió en una verdadera bomba de racimo al interior de la oposición. Cuando recién se estaban acomodando a su nuevo rol, los distintos partidos de centroizquierda se vieron enfrentados a la disyuntiva de sentarse a dialogar con el Ejecutivo o replegarse y ofrecer debate desde el Congreso Nacional. Calculada o no, la estrategia de Piñera dividió al bloque. La DC optó por entablar nexos con La Moneda y cerrar su relación con la ex Nueva Mayoría, el PPD y el PR aceptaron conversar, pero con condiciones y el PS junto al PC optaron por desconocer el llamado del Gobierno. La misma escena se vivió en el Frente Amplio. A juicio del director del Programa de Opinión Pública de la UDD, Gonzalo Müller, la idea del jefe de Estado «es una estrategia exitosa para un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso. Estas comisiones vienen a solucionar la polarización que se produjo en la campaña y juntaron a personas que piensan distinto y con un objetivo en común». La misma visión tiene el analista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien señaló a Emol que «el Presidente definió temas que generan consensos y trata de compensar la minoría que tiene en el Congreso incluyendo a los actores opositores. Por tanto, si el objetivo era dividir para gobernar, Piñera lo está logrando». Los ganadores ante el desafío de La Moneda En ese contexto, los expertos analizaron los distintos efectos que tuvo la decisión del Mandatario en el bloque opositor. En el caso de la DC, Morales sostuvo que su apertura al diálogo era la única opción que le quedaba: «Se encuentran en el peor de los mundos, que es estar ante un gobierno que hasta ahora es popular y una izquierda con mayor identidad». «La DC no quiere estar ni con el FA ni con el PC, lo único que le queda es plegarse en algunos proyectos al Gobierno, porque de lo contrario la DC pasaría a tomar el carácter de irrelevancia política. La única forma que la DC tiene para subsistir es construir una oposición de carácter constructivo y dialogante con el Gobierno».
En tanto, Müller aseguró que la determinación de la DC de sumarse a las comisiones «les da un valor que no tendrían. A ellos les sirve, han ganado, se han hecho relevantes, pensando que hoy día en el Congreso no tienen esa relevancia». Otro que puede sacar cuentas alegres en términos políticos a juicio de los académicos es el líder del Movimiento Autonomista, Gabriel Boric. «Él logró capitalizar y mostrarse con una altura que estaba por sobre las divisiones políticas pequeñas, aprovechó la oportunidad de mostrar liderazgo», añadió. En tanto, Morales coincidió asegurando que «Boric y (Natalia) Castillo están entre los ganadores, porque toman una decisión riesgosa que es entrar a una mesa con el Gobierno de derecha, pero dejan en claro que dentro del FA hay varias facciones y ellos se tratan de mostrar como agentes más moderados o centrados». Los reaccionarios de la oposición En tanto, en el otro extremo, Müller no dudó en asegurar que «los grandes perdedores han sido el PS y el PC, porque ellos tomaron la decisión de restarse y no lograron sumar ni a la DC ni al FA. Al final, los únicos que quedaron fuera de las comisiones realmente fueron ellos».
En el caso de los socialistas, Morales enfatiza que «tomaron la peor decisión de todas al marginarse, porque aparecen como una oposición obstruccionista y no constructiva», sobre todo después de la decisión del senador José Miguel Insulza de no concurrir a la comisión de seguridad para no generar roces al interior de la colectividad. «A estas alturas el Panzer no debiera pedir permiso», dijo el Presidente Sebastián Piñera tras conocer la determinación del ex ministro, lo cual lo dejó en una incomoda situación política. En tanto, el alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco, si asistió a la instancia, marcando una profunda diferencia con Insulza.
Mientras que sobre el PC, Müller advierte que “quedaron off-side debido a que parte del FA se sumó a las mesas. El gran problema es que recibirán la condena de los ciudadanos». «Lo que el PC está ganando en identidad, lo está perdiendo en cercanía con los ciudadano. Es un perdedor dentro de este juego, queda absolutamente aislado», añadió Morales. Finalmente, el académico de la U. de Talca advierte que el Frente Amplio como bloque también perdió en esta pasada, pese a la jugada de Boric. «El pacto es un gran perdedor, porque quedan al desnudo todos los déficit de institucionalización», concluyó.