Marta Lagos, directora de CERC-MORI, reconoció en la última entrega del “Barómetro de la política” que las respuestas sobre la intención de voto estaban “infladas” y eran poco realistas sobre lo que podría suceder en las próximas elecciones.
En la consulta, sólo el 35% manifestó que no votaría en una segunda vuelta entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, lo que significaría que el 65% acudiría a las urnas. “Hay una sobredeclaración de simpatía de gente que no está acostumbrada a votar o no ha votado en su vida. ¿Cuál es la probabilidad de que esa gente llegue a votar? Es poco creíble que vaya a suceder”, dice.
Marta Lagos admitie que en Perú lo han hecho bien. Las encuestas difundidas por firmas como Ipsos, Datum, CPI y otras se acercaron bastante a los resultados finales donde resultó ganador Pedro Pablo Kuczynski con el 50,12%. “La elección presidencial puede ser una caja negra si los encuestadores chilenos no logramos encontrar un algoritmo que nos permita identificar al votante probable, y estas encuestas, lo digo con toda seriedad y profesionalismo, pueden estar totalmente equivocadas respecto a las personas que van a votar. La tarea del encuestador es averiguar quiénes son los verdaderos votantes”, enfatiza. Desde Lima cuentan cómo lo logran.
Encuesta de última semana. En Perú hay veda para la publicación de encuestas en la última semana, pero a juicio de Carlos Ponce, director de Proyectos de la encuestadora Ipsos Perú, esos días “pasan cosas cruciales, lo que junto con el debate previo, puede moverte la aguja”. Ipsos elabora una simulación de la votación con un número mayor de consultados (5.000 casos) el sábado anterior al domingo electoral. Pasan al consultado una copia de la papeleta para que la marque en su casa y la deposite en una ánfora que lleva el encuestador. “Es importante para evitar el voto oculto. Esa gran encuesta es muy acertada, con un margen de error del 1%, y nos sirve para el operativo de boca de urna y conteo rápido el domingo”, explica Ponce. Esta última medición se difunde en medios internacionales y a clientes internos de las firmas. Miguel Ángel Fernández, cientista político de la U. del Desarrollo, afirma: “En Chile, la CEP también ha hecho esa encuesta con urna y es bastante acertada, aunque lo hace un mes antes de la elección”.
Metodología cara a cara. Dada la poca penetración de Internet en zonas rurales, el cara a cara es la principal manera de consultar a los posibles votantes peruanos, aunque resulte más costoso. “Viajamos a zonas rurales, alejadas, lo que nos da una buena representatividad. Por teléfono fijo no lo hacemos porque cada vez se usa menos, y por celulares no hay una base de datos confiable que podamos utilizar”, detallan desde Ipsos.
Encuestas mes a mes. Las principales encuestadoras mantienen la maquinaria aceitada durante todo el año previo, con encuestas mes a mes que aumentan a medida que se acerca el día D. “La rigurosidad en la toma de información implicó mantener equipos capacitados, altos niveles de supervisión, entre otros”, comenta Urpi Torrado, gerente general de Datum Perú.
Voto obligatorio. Una de las cosas que facilita medir en Perú es el voto obligatorio, mientras que la inscripción es voluntaria, como ocurrió en Chile hasta 2012. “Hace más sencillo acercarte a un eventual resultado. En los casos de Colombia, Estados Unidos y el Brexit en Gran Bretaña, el hecho de que el voto era voluntario complicaba el pronóstico”, admite Ponce. Concuerda Miguel Ángel Fernández: “En Chile, con el voto voluntario no tienes claro si van o no a votar, y eso afecta los sondeos de opinión pública. A esto se suma la desconfianza en las encuestas y en dar abiertamente la opinión política”.
Despliegue. Pese a las dificultades, las encuestas en Perú abarcan tanto la ciudad como el campo con un promedio de entre 1.200 y 1.800 casos. Urpi Torrado cuenta que para Datum “el trabajo implica cobertura a nivel urbano y rural. La selección aleatoria del informante es clave, pues así se evita todo tipo de sesgos. El problema de una mala distribución de la muestra es que si hay bolsones electorales a favor de uno u otro candidato, se podría tener una foto equivocada”.
Preguntas con filtros. En las semanas previas a la elección combinan simulación y preguntas, varias tienen filtro para saber si la gente realmente está dispuesta a votar por quien afirma. El director de Proyectos de Ipsos Perú comenta: “Vemos cuánta gente está dispuesta a votar por alguien, el anti-voto, cualidades de determinado candidato, reacciones a temas coyunturales. Eso nos aproxima a cómo piensa la gente”.
Redes sociales. Las redes sociales, a juicio de los expertos, producen que las personas cambien de opinión y tomen decisiones de último momento. “Por la cantidad de información que circula, hay mucha variabilidad del voto. En Perú, el 40% de la gente declarara que decide el voto en la última semana, lo que produce que la foto que has tomado meses antes sea sólo la foto de ese momento. La última semana es la crucial”, enfatiza Carlos Ponce.