Jorge Sharp se convirtió en la sorpresa electoral de las últimas Municipales y puso de cabeza a los analistas a buscar otros como él. Aunque su triunfo en Valparaíso responde a ocho años de construir un movimiento, trabajo en terreno, carisma y oratoria, la pregunta de si hay otros Sharp por ahí cobra sentido cuando, pensando en el futuro, los partidos de los bloques tradicionales ven que alguien que no estaba entre los favoritos los dobló en votación. Cristóbal Bellolio, abogado y académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, agrega el caso del liberal Gerardo Espíndola, en Arica, quien tiene una diferencia con Sharp: no ganó la alcaldía con más del 50% de los votos, como el joven abogado magallánico, sino que superó a su rival por apenas 148 sufragios.

Hay coincidencia en que lo de Sharp es una suerte de fenómeno, incluso entre los que piensan que es algo específico. El ex presidente de la Juventud UDI, Felipe Cuevas, que fue candidato en San Felipe y no le fue bien, lo mira de esta forma: «Tiendo a pensar que lo de Sharp es algo muy puntual, y que obedece a un gran desgaste del alcalde que estaba en ejercicio (Jorge Castro) y al rechazo de la ciudadanía hacia el candidato de la Nueva Mayoría, Leopoldo Méndez. La gente vio a un tipo joven, con un discurso populista, que le hace sentido a gran parte de la ciudadanía que fue a votar». Cuevas agrega que el estilo Sharp lo tienen varios jóvenes que han creado movimientos nuevos o que militan en partidos tradicionales y que tienen posturas rupturistas a nivel interno. El propio Jorge Sharp ha dicho que existen varios más como él en el Movimiento Autonomista y en otros sectores políticos, que trabajan sin estridencia y convocan a sectores de base diversos, desde descontentos hasta jubilados, desde sindicatos hasta temporeras.

Diego Shalper, por ejemplo, fundador de Idea País y ahora presidente de la ONG «Me Comprometo», es uno de los jóvenes de la centroderecha que forman movimientos o agrupaciones. «Dicen que somos los más de izquierda de la derecha, por nuestras posturas en temas previsionales o de salud, pero no se trata de eso. Aparte de quebrar huevos, nuestro trabajo consiste en atrevernos a ir a espacios chicos, colonizados por la izquierda, y estar en esos espacios incómodos. Estamos trabajando silenciosamente en el mundo sindical. Lo mismo en el mundo popular, en el mundo agrícola, entre los mismos estudiantes. Me dijeron hace poco que cómo me iba a ir a meter ahí, que me iban a apedrear, etc. Hay mucho de mito en eso. Nosotros no tenemos problemas en ser sindicalistas y ser de derecha, aunque los trabajadores sientan más afinidad por el sector de izquierda», explica Schalper, quien formó el pacto Construye Sociedad en las últimas elecciones municipales, sin lograr el triunfo de ninguno de sus postulantes a alcalde (1) y concejales (3).

Los otros Sharp que andan por ahí son también jóvenes. Schalper, además, dice que tienen que tener una actitud rupturista y ojalá no tener un «controlador», sino buscar ser independiente. Tampoco es necesario que sean de izquierda o abogados. Están entre los 28 y los 42 años, y los que más notoriedad alcanzaron en algún momento jugaron un rol en los grandes movimientos estudiantiles de 2006 y de 2011. Julio Isamit era secretario ejecutivo del Centro de Alumnos del Instituto Nacional para la «Revolución Pingüina» de 2006. Ahora es licenciado en Derecho y coordinador de Republicanos, un movimiento político que eligió a dos de sus tres candidatos a concejal, uno de ellos en Santiago, Jorge Acosta. Además, Isamit formó parte de la Red de Trabajadores por Felipe Alessandri, el alcalde electo de la capital. Tanto Acosta como Isamit son mencionados como líderes con mucho trabajo de base en la derecha, e incluso Alessandri está entre los nombres que hicieron el mismo recorrido que Sharp en Valparaíso, claro que desde el puesto de concejal.

Otra particularidad de Sharp, en su camino a la alcaldía, fue la capacidad de diálogo y de no autoimponerse como candidato. Al contrario, logró articular a todos los movimientos del pacto para que definieran un candidato en una primaria ciudadana. Cristóbal Bellolio lo asemeja, como muchos, a lo que ocurrió con Josefa Errázuriz, en Providencia, cuando derrotó a Cristián Labbé, aunque agrega otro ingrediente: «No parece responsabilidad de un alcalde mantener un movimiento político. Lo de Sharp tiene particularidades locales, pero tiene que entenderse como la articulación de un fenómeno más ambicioso. Los responsables de que hayan más Sharp son los líderes de la Izquierda Autónoma y Revolución Democrática, Gabriel Boric y Giorgio Jackson. Esa alianza le da una dimensión nacional».

«Nos van a mirar con más miedo»

Los líderes estudiantiles del año 2011 ya están instalados en el Parlamento. A Jackson y Boric, se suma Camila Vallejo y Karol Cariola. No es muy recordado, pero también fue parte de la mesa ejecutiva de la FECh de Vallejo, Juan Pedro Lührs, una especie de díscolo en ese tiempo. Lührs es periodista y es parte del movimiento Nueva UDI para Chile, que busca poner a Jaime Bellolio a la cabeza del gremialismo. Otros jóvenes que son mencionados en la derecha en este grupo son Patricio Bopp, cientista político de la Universidad del Desarrollo, coordinador de la red Las Condes Activa y electo concejal de esa comuna; Ricardo Sande, ex presidente de la FEUC, quien ha dicho que quiere liderar la renovación en su partido, la UDI; Marcelo Covarrubias, electo concejal en La Reina, coordinador de Cuida La Reina, también de la UDI, y seguidor de Kast, y Sofía Jaña, jefa de campaña de Evelyn Matthei, en Providencia, también de la Juventud UDI.

Reconociendo el mérito de haber logrado poner en movimiento una zona universitaria, como es Valparaíso, Diego Schalper ve en el caso de Sharp «un ejercicio de caudillismo bien trabajado. El gran problema de Sharp, además, va a ser que sus propuestas son interesantes desde la retórica, pero la gente espera resultados concretos y habrá que ver en las políticas lo que pasa».

Otro conjunto de «outsiders» de los partidos tradicionales fue el que agrupó el pacto Socialcristianos por Chile, que lograron elegir a dos concejales de los cinco candidatos que llevaron a las Municipales: en Sierra Gorda y La Florida. ¿Quiénes son estos muchachos? Un grupo de estudiantes cercanos a la derecha que dicen promover la Doctrina Social de la Iglesia en el debate público.

En la Nueva Mayoría, pese a la caída dura que tuvo el bloque en la elección, también hay figuras jóvenes tipo Sharp, pero integrados a la orgánica de los partidos. En el caso del socialismo están, de hecho, los líderes de la Revolución Pingüina de 2006 y César Valenzuela. Uno que consiguió una victoria a lo Sharp, pero en Renca, fue Claudio Castro, que sacó a Chile Vamos de la alcaldía que dejó Vicky Barahona después de 16 años como alcaldesa.

Nicolás Grau, ex presidente de la FECh, dedicado al mundo académico y miembro del Movimiento Autonomista de Sharp, cree que no es fácil encontrar figuras como Sharp, pero que confía en la creatividad dispersa que hay en la sociedad. Para que haya otros Sharp en Chile agrega que «lo principal es la construcción de espacio ciudadano amplio donde nadie tenga un control, que sea democrático». En lo político, echa de menos apuestas ciudadanas más riesgosas -algo como la «actitud rupturista» de Schalper-, porque nombres dice que sí hay: Doris González, Cristián Cuevas, por ejemplo. Grau comenta que «hay momentos en que en política no pesábamos nada, nos veían como los molestosos de las organizaciones sociales o universidades, pero con Gabriel, Giorgio o Sharp, nos van a mirar con más miedo, se han dado cuenta de que sin necesidad de recurrir a los partidos tradicionales se puede representar a una amplitud social de más del 50%».

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