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En las elecciones municipales la independencia política jugó en contra de los candidatos a alcalde – El Líbero

Ante la debacle de confianza que sufren los partidos políticos, ser independiente es una tendencia que se ha enraizado en nuestro país y que en la última elección municipal se manifestó con especial fuerza, ya que uno de cada dos postulantes a alcaldes no militaba en ningún partido.

La desafiliación partidista fue anticipada por la última encuesta de agosto del Centro de Estudios Públicos (CEP), que arrojó que el 57% de los chilenos declaró no identificarse con ninguna posición política, mientras apenas el 8% dijo ser de derecha y el 15% de izquierda.

Desafección política que está en línea con la mala evaluación que tienen las coaliciones políticas, ya que Chile Vamos registró una aprobación del 10% y la Nueva Mayoría de 8% en la misma medición. Ambos resultados son los más bajos desde junio de 2007 para las principales coaliciones políticas del país, que antes se llamaban Concertación y Alianza. Por ejemplo, entre 2009 y 2010 ambas tuvieron un  peak de 41% de aprobación.

En ese contexto, las elecciones municipales mostraron dos resultados novedosos respecto de las candidaturas independientes: Que a los candidatos declarados independientes pero con anterior participación política les fue mejor que a los independientes “puros”, y que los independientes no tuvieron la preferencia ciudadana.

El alcalde electo de Valparaíso, Jorge Sharp, que derrotó a los candidatos de la Nueva Mayoría y Chile Vamos, se ha convertido en  el ícono de los independientes, pero es un caso aislado que no marca tendencia.

La ventaja de los candidatos independientes con pasado político

Según un estudio del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, el 41% del total de candidaturas independientes fuera de pacto a alcalde correspondieron a candidatos que han participado o militado en un pacto o movimiento político en otras elecciones, 129 de un total de 315.

Y de los más de 824 mil votos obtenidos por las candidaturas independientes fuera de pacto, 431 mil correspondían a candidatos que contaban con alguna experiencia en partidos o pactos electorales en elecciones anteriores. Los restantes 186 candidatos que no contaban con dicha experiencia sumaron 394 mil votos, 37 mil votos menos.

“Lo anterior implica que, en términos del éxito, uno de cada cuatro de los candidatos con experiencia en pactos o partidos políticos fueron electos, mientras que sólo uno de cada nueve en el caso de quienes no”, explica Miguel Ángel Fernández, realizador del estudio junto al decano de la Facultad de Gobierno, Eugenio Guzmán.

En la misma línea, de los 52 candidatos independientes que resultaron electos 30 (el 57%) han participado o militado en un partido, pacto o movimiento político antes de la elección.

“En general, las candidaturas independientes que resultaron vencedoras –sin perjuicio de algunas excepciones– tienen dos características en común: en primer lugar, habían participado anteriormente en elecciones municipales, por lo tanto, poseían un nivel de conocimiento de la población en la que competían o al menos la lógica del proceso y; en segundo lugar, dada su participación en actividades políticas anteriores los electores tenían una noción sobre su “domicilio político”, explica Fernández.

Los que se “repiten el plato” tienen más opción

Otro antecedente relevante detectado en el estudio es el número o frecuencia de elecciones en las que han participado cada uno de los candidatos independientes, lo que si bien no indica su nivel de compromiso partidario, sí muestra el nivel de experiencia que poseían.

Según los datos, “se podría conjeturar que el hecho de tener algún tipo de experiencia anterior en una elección, independientemente de haberlo hecho o no a través de un partido le estaría otorgando una probabilidad mayor de éxito. En este sentido la incumbencia también jugaría un rol importante en la posibilidad de ser electo.

En efecto, el porcentaje de los candidatos que han participado una vez antes en una elección y que salieron electos es tres veces superior a los candidatos que nunca lo habían hecho. Este porcentaje aumenta aún más si se trata de dos o tres veces.

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