Pese a que temáticas como la equidad de género, participación femenina y derechos de la mujer han estado en la discusión pública en los últimos meses y han sido incluso objeto de varios proyectos legislativos, en el ámbito político regional esos conceptos parecen no tener un referente en materia de gobiernos comunales.

Esto porque tras las votaciones del domingo último, se observa que la participación femenina en los puestas de elección popular de los municipios -alcaldías y concejalías- sufrirán una importante caída, que se expresa tanto en el número de alcaldesas, como en el de concejalas. Mientras actualmente son seis las jefas comunales en Biobío, desde el 6 de diciembre sólo serán dos: Katherine Torres, en Hualpén y Carmen Blanco, en Ninhue. Este último caso incluso todavía está en duda, considerando que se impugnará la elección en dicha comuna por la diferencia de sólo 16 votos que separó a los candidatos al sillón municipal.

En el caso de las concejalas, la cifra cayó en 10 cargos. Mientras en el periodo 2012-2016 se eligieron a 66 mujeres, el pasado 23 de octubre la cifra bajó a 56, dejando a 18 comunas sin representación femenina en sus respectivos concejos municipales.

RESISTENCIA AL CAMBIO

La directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameq), Valentina Medel, lamentó la baja en la participación femenina en la administración municipal. Sin embargo, aseguró que es algo que no sorprende. «A nivel nacional en general hubo una baja de representación de mujeres en el ámbito municipal, lo que viene a confirmar que la política en Chile tiene un marcado sesgo masculino», puntualizó.

Por eso el ojo está puesto en los partidos políticos, quienes no entregarían los espacios necesarios para el desarrollo e inclusión de las mujeres, según señala el asesor del Centro de Estudios de Corbiobío, Ariel Yévenes. «Las estructuras político-partidistas tradicionales no tienden a abrir posibilidades de participación en condiciones de mediana equidad a mujeres respecto de hombres», dijo.

El investigador agregó que «las estructuras sociales no necesariamente responden en la dirección que buscan las leyes de cuotas. Ello se constata con mucha más intensidad conforme más tradicionales sean las estructuras, donde lo político-partidista se ha mostrado particularmente resistente al cambio, no sólo en el plano de género».

Asimismo, la doctora en Ciencia Política y académica de la UDD Lesley Briceño, asegura que la baja está dada por el espacio que los partidos políticos le dan a las mujeres. «¿Qué posibilidad tiene una dirigenta social o vecinal de escalar en el partido, de contar con una oportunidad dentro de la negociación del comité? Eso pareciera que no existe», explica la especialista.

De hecho, en esta oportunidad el Biobío fue la región que menos candidatas a alcaldesas logró: sólo 17 mujeres compitieron por el sillón municipal, para que apenas dos lo hicieran realidad.

LEY DE CUOTAS

Para las elecciones parlamentarias que se realizarán el próximo año comienza a regir la Ley de Cuotas, normativa que impedirá que los hombres superen el 60% del total de candidatos. «Según la ONU, la equidad en la representación de nuestro país se alcanzaría en 80 años si no existiesen estas acciones afirmativas. Lo que buscamos es acelerar el cambio, pero claramente no es rápido», recalcó Medel sobre la participación de la mujer.

Para Briceño, si bien se trata de una normativa importante, no hará milagros. «Puede que sea mal utilizada por los partidos políticos y sean candidatas sin las reales opciones de ser electas», aclaró la académica.

Por eso, destacó que el problema es que se sigue pensando que el rol de la mujer está en un ámbito más privado, lejos de la política. «Sigue la tónica de que es un escenario de hombres, donde las mujeres no podemos participar. Cuando se les hacen entrevistas, siempre se les pregunta por la familia, los hijos. Al hombre no», aclara Briceño .

Por otra parte, pone como ejemplo lo sucedido con la alcaldesa electa por Maipú, Cathy Barriga: «Se le ha tratado peyorativamente de ser una niñita rubia, bonita y bien casada. Pero no se han puesto los énfasis en el trabajo previo que ella ha realizado como concejala, primero, y luego como consejera regional».

Más allá de que la Ley de Cuotas sea un aporte, los analistas apuntan hacia la educación. «Es preciso seguir insistiendo, especialmente desde la educación, en la importancia y amplio potencial de beneficios de contar con estructuras que propicien efectivamente, y no sólo desde el discurso, la necesaria igualdad de género», asegura Yévenes.

Asimismo, la directora regional del Sernameq puntualiza que se debe seguir trabajando en la capacitación de mujeres, con miras a tener más candidatas. «El objetivo es que sean más y también competitivas», recalcó Valentina Medel.