Las elecciones municipales se han convertido en el primer sondeo real con el que cuentan los partidos políticos para definir sus apoyos en relación a las próximas presidenciales y parlamentarias. Pese a que las colectividades le bajan el perfil a esta posibilidad, asegurando que las municipales son relevantes por sí solas, lo cierto es que de acá surgen los poderes que cada una tiene para negociar futuras candidaturas.
Sin embargo, en esta oportunidad las proyecciones se han visto nubladas por el fantasma de la abstención, además de la aparición de nuevos partidos políticos y movimientos, que podrían cambiar la actual hegemonía de los dos grandes bloques. A eso se suman los casos de corrupción y los errores en los cambios de domicilio que podrían afectar la legitimidad de los elegidos.
LEGITIMIDAD
La directora de Latinobarómetro, Marta Lagos, aclara que en Chile no existe un mínimo de votos para que un cargo de elección popular sea electo, por lo tanto alguien podría ser elegido por tan sólo tres votos. «Esto afecta a la legitimidad de la democracia, y si un alcalde es elegido por muy poco, se le producen proble mas de gobernabilidad. Esto fue lo que le pasó a la Presidenta Bachelet», puntualiza Lagos.
En la misma línea, el sociólogo Pablo Martínez, asegura que pe se a que ya se espera un nivel ba jo de gente que va a ir a votar, este incluso podría ser menor de lo esperado, y además, «se pondrá en juego la legalidad de la políti-
ca, tanto los partidos en sí, como sus voceros o líderes de ideas», expresó.
Si bien el error del Registro Civil y el Servel en el cambio de domicilio electoral puede afectar a un aumento de abstención, según los entendidos no será un tema gravitante, pero sí se sumará a los conflictos ya presentes.
«Puede afectar de manera puntual a una u otra comuna, va a ser una abstención más marginal, se trata de 480 mil afectados, de 14 millones de electores. Por lo que la abstención de la ciudadanía va por otro carril y que existe con o sin error», argumentó Lagos.
Sin embargo, para el director del Programa de Opinión Pública de la Universidad del Desarrollo (UDD), Gonzalo Müller, con el error ocurrido «va a quedar la sensación de que existe un efecto anómalo. Y que va a derivar en una abstención forzosa, para quienes teniendo la voluntad de votar, no podrán», asegura, además de recalcar que será el eje principal durante las primeras horas de hoy.
NUEVO ESCENARIO
En esta oportunidad, se suman nuevos partidos y movimientos políticos de dónde elegir. Esto, puede afectar directamente a los tradicionales, ya que podría cambiar la división de poder y restarle, por ejemplo, cantidad de concejales a los grandes bloques.
Müller recalca que «hay que poner la vista en ellos, ver si finalmente su presencia va a ser favorecida por el electorado. Si es que generan mayor participación y, segundo, qué lugar ocuparán dentro del mapa político». Mientras que Marta Lagos recalca que el 2012 Ia división estaba dada por seis partidos, hoy existen 32 movimientos, por lo tanto, podrían generar una dispersión del sistema. Eso, eventualmente, podría significar una pérdida para los partidos tradicionales.
«Los tradicionales van a tener menos alcaldías para sus campañas del 2017, sería muy extraño que los nuevos no sacaran nada. Por lo tanto, la competencia va a ser mucho más diversa», recalca la directora de Latinobarómetro.
LOS APOYOS
Por otra parte y con miras a las presidenciales, la Nueva Mayoría podría verse aún más disminuida, con una especie de castigo por la mala evaluación que tiene el Gobierno de Michelle Bachelet.
«Lo probable es que la centro derecha aumente su caudal porcentual de votos, si esto es así, parte de la explicación de la pérdida de adhesión popular será por la negativa percepción ciudadana del Gobierno de la Presidenta Bachelet», afirmó Martínez.
Asimismo, Müller cree que «existirá un voto de castigo hacia la Nueva Mayoría por un gobierno mal evaluado, con promesas con cumplidas. Pese a que son elecciones distintas, el 2008 anticiparon el triunfo de Sebastián Piñera y el 2012 hicieron lo mismo con Bachelet, cuando Chile Vamos quedó bastante disminuido»