En columna del miércoles, el asesor de Transantiago y director del Metro, Juan Carlos Muńoz, junto con un colega, proponen aplicar gratuidad tanto a los buses como al Metro. Para argumentar su propuesta presentan una serie de afirmaciones cuestionables que indicarían el mecanismo de financiamiento para esta gratuidad.

Más allá de lo discutible e inconstitucional que puede ser esta propuesta, sorprende que los autores omitan aspectos centrales respecto del impacto de la misma.

Omiten el evidente impacto que un transporte gratuito induciría en los patrones de demanda. Sin duda que varias estaciones de Metro y líneas de buses colapsarían. En segundo lugar, se generaría un aumento en la estructura de costos, debido al cambio en los patrones de demanda, y un deterioro en la calidad del servicio.

En tercer lugar desconocen que políticas de este tipo deben tener carácter nacional, con la respectiva complejidad de la cual tampoco hablan. Finalmente parece inaceptable que un director de Metro proponga, por la prensa, una iniciativa que atenta contra el buen funcionamiento de la empresa a la cual debiera cuidar.

Carta publicada en La Tercera 26/05/2016