El experto en desempeños exitosos en escuelas de alta vulnerabilidad fue invitado por el Magíster en Políticas Educativas (MPED) de la Facultad de Gobierno de la UDD, donde abordó la experiencia con un sistema alternativo basado en la gestión de capital humano para la educación.
El experto en desempeños exitosos en escuelas de alta vulnerabilidad fue invitado por el Magíster en Políticas Educativas (MPED) de la Facultad de Gobierno de la UDD, donde abordó su experiencia con un sistema alternativo basado en la gestión de capital humano para la educación.
«Si hay algo que tienen en común chilenos y estadounidenses es que quieren lo mejor para sus hijos. Por eso, es importante trabajar en conjunto y compartir las experiencias que nos han dado buenos resultados y, al mismo tiempo, ofrecer ayuda para que éstas funcionen».
Esa es una de las convicciones que movilizan a Arthur Pritchard, experto en desempeños exitosos en escuelas de alta vulnerabilidad y socio del Centro de la Innovación (CEI) para la Educación de Nueva York, una organización sin fines de lucro que lleva más de cien años trabajando en la promoción de reformas significativas en la educación, con el anhelo de que sea la escuela el centro y también el motor de la educación pública. Para ello se trabaja con los profesores, líderes escolares y la comunidad para crear los establecimientos que los niños y jóvenes necesitan para tener éxito.
Fue compartir los alentadores resultados que ha mostrado un sistema alternativo que se aplica en algunas escuelas de Estados Unidos , que es uno de los proyectos del CEI, el objetivo de la conferencia que recientemente dio en Concepción, invitado por el programa Magíster en Políticas Educativas de la Universidad del Desarrollo, del cual forma parte del Consejo Académico.
Liderazgo y «human capital management for education».
Agregó que la base de este sistema, en su implementación, es el trabajo conjunto entre el profesor y el director, donde este último le entregue herramientas al docente para que siempre pueda ir mejorando, y que va muy de la mano con la evaluación docente. «Se usa un sistema llamado ‘Danielson’, que busca mantener un diálogo entre el profesor y el director, o entre la persona que está evaluando y el director. Este sistema tiene cuatro áreas, donde cada una va siendo descrita y tiene cinco opciones, y se relaciona con el rol que va a tener el profesor. Para esto, el profesor se reúne con el director para llegar a un acuerdo respecto al nivel en el que está el docente y así éste pueda comenzar a trabajar durante el año para caminar hacia niveles más avanzados. Eso lo hace a través de portafolios y a fin de año puede probarle al director que está en un nivel cuatro», sostuvo.
Pero, ¿cuál es el objetivo de este método de gestión del capital humano en el ámbito para la educación? Pritchard afirmó que es lograr que el estudiante tenga mayor entendimiento y mejores notas, pero donde la base es el apoyo continuo a éste. Por ello es que también es básica la relación de colaboración y ayuda mutua que exista entre el profesor y el director de la escuela, así como también entre los mismos profesores con el fin de que este concepto de apoyo se traspase hacia los alumnos. «Así, los estudiantes pueden desarrollar su proceso de aprendizaje y pueden estar involucrados en su propia educación más que estar solamente escuchando a los profesores y las clases que éstos realizan», planteó.
Asimismo, los niveles de retorno son también otra medida que se utiliza, pues hay muchos estudiantes que vuelven a estas escuelas. Lo mismo pasa con los profesores, ellos pueden irse cuando quieran si no se sienten contentos. Por ejemplo, en una escuela en que yo estaba trabajando sólo se fue un profesor de los veinte que había y éste ha sido el número más bajo que hemos registrado.
También se toma una encuesta que fue creada por el sistema educativo de Nueva York, que mide la opinión de los profesores y padres, y el desempeño de los estudiantes. Esto tiene como objetivo demostrar el éxito que tienen estas escuelas comparadas con otras, por ejemplo, para saber qué valor le dan los padres a estas escuelas en comparación a otras escuelas de otro tipo.
-Esto sí sirve para la inclusión. Nosotros hemos enfrentado esta controversia y se trabaja con la inclusión, la idea es que todos los estudiantes, con distintas necesidades y fortalezas, estén en un mismo salón de clases y puedan recibir el apoyo necesario para que puedan ir avanzando.
En relación a este sistema lo que se destaca es que no es tan importante llegar a la meta en sí, sino que el desarrollo, es decir, lo que se hace para llegar a esa meta. Se trata de que todos se apoyen entre todos y por lo tanto no es importante si el estudiante es el más brillante de su clase o no, sino que la idea es que todos se puedan ayudar.
Ver entrevista completa publicada en el Diario El Sur 13/04/2016