El doctor en Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid sostiene que, después de tres meses, difícilmente los partidos en el Parlamento lograrán un acuerdo para gobernar.
Mañana se cumplen tres meses desde que se celebraron las elecciones en España y los partidos con mayor representación en el Parlamento no consiguen alcanzar un acuerdo para formar gobierno, algo inédito en ese país.
Las decisiones políticas están estancadas y nada asegura que si el rey Felipe VI convoca a nuevos comicios, por la falta de acuerdo, vaya a cambiar el panorama, comentó a «El Mercurio» el académico de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid José Ramón Montero, quien estuvo en Santiago invitado por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo.
-¿Cómo funciona el país luego de meses sin formar gobierno?
«La administración pública sigue funcionando en el trato con los ciudadanos. Pero el gobierno no discute ni aprueba ninguna política y se implementan las medidas con ralentización (…). El nuevo Parlamento, recién constituido, no puede tomar decisiones o discutir asuntos que impliquen conflicto hasta que no funcione un gobierno nuevo, porque hay un vacío de poder».
-¿Cuánto durará esta inestabilidad? ¿Qué tiene que pasar?
«El Partido Popular (PP) quiere formar, con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos, una especie de gran coalición como los alemanes. El problema está en que el señor Rajoy es pasivo y vago. Cuando (la Canciller alemana Angela) Merkel hizo una invitación a los otros partidos para formar la gran coalición, les llevó 30 páginas de propuestas.
Si el PSOE lo acepta -que no lo va a hacer-, Podemos, con el que compite en el mismo bloque ideológico, se queda con todo el campo de la izquierda.
En segundo lugar, una coalición PP-Ciudadanos es bastante impensable. Porque durante cuatro años, el PP, que gobernó con mayoría absoluta, no hizo nada para acordar sus políticas de gobierno. Más del 90% de las leyes de Rajoy han sido por decreto ley.
En tercer lugar, el PP tiene un problema de corrupción extraordinario. Es decir, no tiene ninguna reputación para tener posibilidades de coalición».
-¿El llamado a nuevas elecciones es la opción más viable?
«Va a ser la única. Es muy probable que no se pongan de acuerdo. Y los discursos revelaron a un Pablo Iglesias (líder de Podemos) extraordinariamente radicalizado. Hizo gala de un discurso muy polarizador e insultante. Los partidos populistas creen que tienen superioridad porque creen que la moral está de su parte. Y en política se puede discutir de todo, pero es muy difícil discutir con alguien que cree en su superioridad moral».
-Pero da la sensación de que el llamado a elecciones no va a cambiar este escenario.
«Es lo que piensan más de 30 millones de españoles (con derecho a voto). Las encuestas indican más o menos lo mismo.
Va a votar menos gente y es probable que el PP sea castigado porque han salido nuevos temas de corrupción y, en las elecciones anteriores, hubo muchos que lo votaron con dudas. Esas personas pueden repensar su voto. Pero lo mismo puede pasar con el PSOE o Podemos. Todos pueden verse castigados porque las segundas elecciones suponen un fracaso. En definitiva, es muy probable que no resuelvan el impasse de ahora».
-¿O sea que la falta de acuerdo incidirá en los resultados?
«Claro. Muchos votantes de los principales partidos dirán que tenían que haber sido más flexibles. Hay muchos mensajes de la élite social y política que dicen que el señor Rajoy se debería retirar, porque él es un tapón. Porque él ha sido Presidente del gobierno y ha producido muchísima polarización.
Algo de esto se vio en las elecciones regionales. Solo han tenido buenos resultados electorales los miembros nuevos del PP que se han presentado. Los viejos están tocados por la legislatura de 2011 a 2015, que ha sido muy dura, donde han aparecido casos de corrupción y luego las consecuencias negativas de la crisis económica. Están quemados».
-Este fin del bipartidismo, ¿hace pensar que la inestabilidad llegó para quedarse?
«Es muy probable, aunque nadie lo sabe. Una de las cosas que se discuten es en qué medida Podemos es una flor de un día o ha venido para quedarse. Yo creo que, igual que Ciudadanos, va a persistir con subidas y bajadas. Probablemente ahora serán castigados todos».
-Parece entonces que también hay descontento con el funcionamiento del sistema político.
«Uno de los problemas en los últimos cuatro años es la visión negativísima de los ciudadanos sobre el funcionamiento del sistema político. Es una pregunta clásica de las encuestas. El 80% de los españoles decía que estaba muy insatisfecho con cómo estaba funcionando la política.
Se ha creado un caldo de cultivo donde puede aparecer un ‘empresario político’ como Iglesias o Ciudadanos, cuando muchos españoles estaban buscando a dónde dirigir su voto».
Entrevista publicada en El Mercurio 19/03/2016