Hero Image

Noticias

La arremetida de la Presidenta que puede quebrar a la Nueva Mayoría

Así como en su primer año Michelle Bachelet presionó e impulsó con fuerza la reforma tributaria, a costa de los reparos de parlamentarios y figuras de la Nueva Mayoría, esta vez está forzando a su coalición a que vote el proyecto de reforma laboral, conciente que el tema divide y tensiona al bloque debido al rechazo de la DC y algunos senadores PPD.

De hecho, la Presidenta ordenó a sus ministros no mostrar las indicaciones del texto legal a los parlamentarios antes que ingresen esta tarde al Senado (el plazo vence a las 19:00 horas). Así lo admitió el ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, a los jefes de bancada de la Cámara de Diputados y del Senado en la reunión que sostuvieron el lunes recién pasado en La Moneda. Un legislador que participó de la cita dijo que el secretario de Estado les indicó que para la Mandataria resulta fundamental sacar adelante la reforma laboral y no dilatar su discusión en el Congreso.

Esta mañana, en conversación con radio Agricultura, Bachelet abordó el tema señalando que «llevamos más de un año en esta discusión y creemos que prorrogar una discusión al eterno solo genera incertidumbre y, por lo tanto, esperamos poder votar pronto y aprobar una reforma laboral que nos permita justamente eso, que tengamos un marco laboral moderno y adecuado».

Y adelantándose a un eventual rechazo de la DC a la iniciativa legal, si es que el gobierno finalmente no incorpora en sus indicaciones su propuesta para cambiar los puntos referidos al reemplazo en huelga y el reconocimiento al derecho de negociar de los sindicatos interempresas que son rechazados por la CUT, Bachelet afirmó que «yo espero que hoy día se entreguen las indicaciones, podamos votar y ahí las personas, obviamente, tienen su libertad de conciencia».

La Jefa de Estado defendió su idea de que es necesario fortalecer y modernizar los sindicatos para mejorar las relaciones laborales en el país. «Hoy día tenemos una legislación que permite todo tipo de cosas y la legislación que estamos proponiendo es justamente una legislación que cautele de la mejor forma posible las necesidades que pueden tener los empleadores, pero también los trabajadores, de que la huelga pueda ser efectiva».

La decisión de la Presidenta de no esperar un acuerdo con su coalición y forzarla a votar su proyecto fue un tema que los ministros Eyzaguirre, Rodrigo Valdés (Hacienda) y Ximena Rincón (Trabajo) conversaron ayer en la tarde con los senadores PPD en la sala de comité de ese partido.

Trascendió que los senadores Guido Girardi y Felipe Harboe le indicaron a Valdés que la decisión de la Presidenta podía terminar quebrando a la Nueva Mayoría. Aunque el ministro respondió que no era la intención del gobierno, sí admitió que para Bachelet su prioridad es la reforma laboral.

Para el académico Ernesto Águila, acelerar la votación en el Parlamento «es un ejercicio de liderazgo de la Presidenta Bachelet, pero también es un gran test para la existencia de la Nueva Mayoría. Un fracaso en la reforma laboral por 4 votos DC pone en interrogante el futuro de la Nueva Mayoría».

Agregó que «las encuestas muestran que las personas no ven a los sindicatos como sus adversarios. La ciudadanía valora mas a los sindicatos que la elite».

El analista de la UDD, Miguel Ángel Fernández, en tanto, dijo que «parece ser que el Ejecutivo pone contra la pared a la Nueva Mayoría para ganar un crédito político. Pone el acelerador y pasa a llevar una coalición que ya es frágil y pone más presión a un bloque que no lo ha pasado bien».

A su juicio, la reforma laboral dividirá «aún más a los partidos progresistas y los que representan el centro».

Prensa publicada en La Segunda 02/03/2015