«Vamos a terminar este año con un déficit efectivo sobre 3% del PIB. Según los números que estamos teniendo, las proyecciones estructurales no son las correctas. Se ha deteriorado más la economía externa, por lo tanto, el déficit fiscal efectivo del próximo año va más cerca de 4% del PIB y si me haces proyectar con las estimaciones que se están haciendo hoy, la situación fiscal para el 2017. estaríamos hablando de otro déficit de aproximadamente entre 3 y 4% del PIB»
Una visión preocupante del país, que se podría tornar peor si no se hacen cambios, es que la que entregó el ex ministro de Estado Cristián Larroulet, hoy director del Instituto de Emprendimiento de la Universidad del Desarrollo, quien conversó con este medio sobre la situación económica actual, los errores que ha cometido el Gobierno y la falta de autonomía que vive la Región del Biobío. El también magíster en Economía de la Universidad de Chicago e ingeniero comercial de la Universidad Católica indicó que hay un proceso global de deterioro, fundamentalmente de China, que lidera el proceso. Esa situación es más mala de lo que las cifras oficiales del gigante asiático muestran. Por el lado internacional, señaló que se están viendo problemas, pero Europa está mejor.
«Estamos en un momento en que la economía global no es todo lo potente que llegó a ser en su momento. El crecimiento mundial está en torno al 3,3%. Claramente se ha echado a perder el contexto internacional en los países emergentes, con un precio del cobre malo y a esta realidad se está sumando una situación doméstica. Parte importante de que la economía chilena haya pasado de un crecimiento de 5 a 5,3% a 2%, que es la tasa proyectada para este año y el venidero, se debe a las políticas implementadas.
REFORMAS
En este contexto se refirió a la reforma tributaria, que generó desconfianza, el proyecto laboral, que se está discutiendo, y la iniciativa de ley en educación, «que son todos malos», dijo. «Pero agrego una señal que es muy mala, que podría ser corregida, que es la de la reforma constitucional. Yo creo que la idea de cambiar la carta fundamental genera incertidumbre. Hay que pensar que la economía se maneja en forma relevante por expectativas, por percepciones, por creencias y éstas se han deteriorado». Cuando por ejemplo, sostuvo, que en la Constitución se esté analizando la opción de cambiar el concepto del derecho de propiedad «eso es un mazazo en contra de la inversión. Ya llevamos 20 meses con tasas de inversión negativa, tenemos una situación donde los indicadores de confianza que medimos en la UDD muestran una situación negativa, sin mejoramiento… está estabilizado en el último tiempo, pero no pasa a rangos optimistas». Por ende, el ambiente doméstico es malo y, por otro lado, se agrava por el valor del metal rojo y el ambiente internacional. Advirtió que es probable que haya un alza de tasas por parte de la Reserva Federal de EE.UU., lo que significa que habrá menor atracción de capitales en las economías emergentes, pues se quedan en los países desarrollados. Ante eso dijo que hay que sincerar las cosas: no se ve un futuro muy promisorio en materia de actividad económica.
Por eso, Larroulet apuntó que hay que hacer dos cosas. La primera en el plano interno y para esto hay que recuperar confianzas y el deterioro de éstas está asociado a las reformas. «Entonces, hay que corregirlas y detener las que dañan las confianzas. Por ejemplo, hay una oportunidad ahora que es la reforma a la reforma tributaria. Lo que se debe hacer es mejorar la estructura en dos sentidos, primero en simplificar y segundo en alentar la inversión», apuntó. Citó, a modo de ejemplo, que en vez de tener un sistema semiintegrado, se pase a un full integrado, como el que existe hoy. Con esto se recuperaría la confianza, se incentivaría la inversión y, por ende, habría un punto más de crecimiento en el futuro, que sería muy importante para el país. La segunda idea que planteó el ex secretario de Estado es aclarar que la reforma constitucional no va a tocar variables económicas. Pero planteó otro camino, que es enfrentar el escenario externo. Y dijo que es necesario manejarse con mucho rigor en el tema macroeconómico, que implica respaldar las acciones que lleva adelante el Banco Central para controlar la inflación. En eso, destacó, el Gobierno lo ha hecho y nadie duda de eso, pero lo más delicado es que se han deteriorado fuertemente las cuentas fiscales.
Según el ex ministro secretario general de la Presidencia en el gobierno de Sebastián Piñera, no se está haciendo frente, con la profundidad que se requiere, a este tema. «Vamos a terminar este año con un déficit efectivo sobre 3% del PIB. Según los números que estamos teniendo, las proyecciones estructurales no son las correctas. Se ha deteriorado más la economía externa, por lo tanto, el déficit fiscal efectivo del próximo año va más cerca de 4% del PIB y si me haces proyectar con las estimaciones que se están haciendo hoy, la situación fiscal para el 2017. estaríamos hablando de otro déficit de aproximadamente entre 3 y 4% del PIB». En consecuencia, consideró, se estaría acumulando, en un periodo de 4 años, el año pasado fue sobre 3%, de un déficit fiscal de 1 4 % del PIB. Esto quiere decir «que ¿hay que hacerse el tonto?, ¿taparse los ojos? Eso sería gravísimo. El ministro de Hacienda (Rodrigo Valdés) va a tener que sincerar mucho más las cifras fiscales de lo que ya ha hecho con este presupuesto. Eso es lo mejor, porque en un escenario externo, en donde nosotros empezamos más a perecernos como Venezuela, y Argentina empieza a corregir, el acceso a financiamiento se va a ver mucho más complicado», auguró.
FINANCIAMIENTO
El académico hizo ver que Chile tiene una buena situación de financiamiento fiscal, en el sentido de que es acreedor neto, pero como país existe un endeudamiento que viene básicamente del sector privado, que es bastante alto…
Ver entrevista publicada en El Sur de Concepción 13/12/2015