En lo que va del año se han reportado más de 1.500 denuncias por maltrato a estudiantes dentro de la escuela, la principal denuncia que llega a diario a la Superintendencia de Educación. Y pese a que en los últimos años este organismo y los colegios han activado planes y reglamentos internos para combatir el bullying, los casos han tenido solo una leve disminución.
Mauricio Rojas, Mauricio Apablaza, Gilda Bilbao y Hugo Contreras fueron a diversos colegios de Santiago y Concepción para estudiar con 827 niños cuáles son las características que explican los episodios de maltrato.
Así, llegaron a perfilar a todos los involucrados en estos casos: desde el agresor hasta su cómplice, los testigos que no actúan la víctima y el compañero que interviene para defenderlo.
¿Pueden tener rasgos en común? La víctima y el agresor sorprendentemente, sí. Ambos muestran bajos niveles de confianza en sus familias, en la escuela, y además relativa motivación. Las diferencias entre ellos están en que en los que agreden hay 57% de autoestima, mientras que en agredidos, 52%. Pero además quienes atacan tienen solo 44% de autocontrol; los atacados, 71% (ver infografía).
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Nota publicada en El Mercurio 03/08/2015