Plantea que si gana el Apruebo, “la conversación más importante” será en abril, cuando los proyectos de sociedad se midan en la elección de convencionales. Resta relevancia al retorno de Longueira, que ha causado mucha conversación, pero no cambios políticos.
El plebiscito “es el camino institucional, pacífico y democrático de resolver nuestras diferencias y la gran derrota de quienes promovieron la violencia como medio de acción política”, plantea Gonzalo Müller, para quien “la verdadera conversación y la más importante es la que se va a producir en abril, donde cada uno de los proyectos de sociedad y de las visiones van a poder medirse en la elección de convencionales, si gana el pruebo”.
En reflexión, él mismo sobre las grandes definiciones de octubre, luego de movidas semanas políticas en que Joaquín Lavín encarriló su opción plebiscitaria por el camino de un gobierno de convivencia nacional y Pablo Longueira reapareció con la bandera del Apruebo, el analista político dice que la división de Chile Vamos entre las dos alternativas del referéndum es un dato de la causa, y que lo fundamental es que, si gana el SÍ, el 26 de octubre las dos facciones tendrán que concordar una posición sólida de cara a la serie de desafíos electorales que vienen.
Asimismo, el director del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y asesor del alcalde de Las Condes le resta relevancia política al bullado retorno de Pablo Longueira, señalando que si bien ha generado mucha conversación y comentario, en los hechos no ha cambiado nada.
“De acuerdo a su entrevista, creo que lo que él quiere hacer es bienintencionado, pero un poco desconectado de la dinámica política actual. Muchos dicen que esta conversación se podría haber realizado en noviembre, pero que tiene poco sentido hacerla a 50 días de que se inicie el ciclo electoral con el plebiscito. Si bien ha llamado mucho la atención y generado conversación, ni Chile Vamos ni la UDI han cambiado su posición”, sostiene.