Con preocupación, en abril, las autoridades de Transportes informaron sobre un alza en el índice trimestral de evasión del Transantiago, que había pasado de 23,7% en diciembre, cuando Paola Tapia encabezaba el ministerio, a 28,5% en marzo, cuando incluía los meses finales de la gestión de dicha secretaria de Estado y el comienzo de la etapa de Gloria Hutt.

Ayer, en cambio, el Gobierno mostró mejores números, aunque no como los del cierre de 2017: en el segundo trimestre la cifra se redujo a 25,5%.

«Se revierte la tendencia que nos había preocupado mucho», afirmó Hutt.

En cuanto a los operadores del sistema, Subus fue la empresa que registró el índice más alto de evasión, con 36%, seguido de STP, con 33,6% y Alsacia, con 30%. Mientras, Redbus y Metbus tuvieron los niveles más bajos, con 15,5% cada uno.

Además, en el caso de los operadores, cinco -Alsacia, Metbus, Vule, Express y Subus- anotaron disminuciones en sus índices, mientras que Redbus y STP una leve alza (ver infografía).

Las medidas

Según la cartera, hubo dos factores principales para que se redujera el no pago: el aumento de fiscalizaciones, que cayeron en el verano debido a eventos como la Fórmula E y la visita del Papa Francisco, y la nueva Ley de Evasión, que entró en vigencia el 4 de junio.

En el caso de las fiscalizaciones, aunque en el primer trimestre se controló a 76.409 pasajeros, entre abril y junio el número creció a 180.391 usuarios. En cuanto a las multas, estas aumentaron de 5.756 a 13.992.

En tanto, la Ley de Evasión creó el registro de infractores, otorgó más facultades a los fiscalizadores del ministerio y elevó las multas por evadir: van desde los $47 mil hasta los $71 mil (1 a 1,5 UTM). «Eso tuvo un efecto en este descenso», afirmó Hutt.

Paula Flores, jefa de Fiscalización de la cartera, profundizó en la implementación de la nueva normativa: «Hoy las multas son reales, tienen sanciones expresas y pensamos que eso es efectivamente lo que nos ha permitido avanzar en conjunto con otras medidas que estamos aplicando en la reducción de evasiones».

Rodrigo Troncoso, investigador del Centro de Políticas Públicas de la U. del Desarrollo, dijo que «si bien es importante la caída, hay que ver si se está consolidando, ya que todavía puede ser un poco temprano para determinarlo, considerando que sigue estando por sobre el 20%».

Tecnología para el futuro

El ministerio trabaja en una nueva metodología para calcular la evasión, que sea menos variable y más consistente para ser comparada con otros países. En la propuesta colaboran 10 expertos, incluido el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), organismo que quedaría a cargo de la futura medición.

También, como lo faculta la nueva Ley de Evasión, se añadirá tecnología al sistema.

Flores dijo que, a partir de la experiencia del Metro de Valparaíso -donde se instaló un sistema de cámaras de reconocimiento facial-, habrá dos planes pilotos que «después tienen que ser evaluados para iniciar la implementación del sistema de fiscalización automatizado que nos permita controlar con cámaras y sistemas de video, cada vez que un pasajero no pague».

En esa línea, añadió que «todos los proveedores de tecnología interesados pueden participar del plan piloto y proponer tecnologías», ya que a partir de eso «se definirá cuál será la que se va a instalar».

Además, Ana Luisa Covarrubias, encargada nacional de Evasión del ministerio, sostuvo que «hay un porcentaje de buses que va a llegar con contadores de pasajeros. Si esos contadores los unimos a los validadores, podemos tener una medición en línea, perfiles de evasores y sería más fácil calcular el índice».

Agregó que la calidad superior de los vehículos también podría incidir: «Hay estudios internacionales que muestran que mejorando la calidad del servicio disminuye la evasión».

Pilotos
El ministerio implementará dos planes que instalarán tecnología, que aún no ha sido definida pero que podría ser como la que se usa en el Metro de Valparaíso.

76.409
pasajeros del Transantiago fueron controlados durante el primer trimestre de este año.

130%
subió el número de usuarios fiscalizados entre el primer y segundo trimestre, ya que en este último período se controló a 180.391 personas.

$71 mil
es el máximo valor al que puede ascender una multa por evadir, mientras que el mínimo es $47 mil (entre 1 y 1,5 UTM).

«Hay estudios internacionales que muestran que mejorando la calidad del servicio disminuye la evasión, por lo que estamos apostando a que la llegada de nuevos buses va a impactar en la reducción de los infractores».
ANA LUISA COVARRUBIAS
Encargada nacional de Evasión