Tras dos décadas desde que se impulsara la Jornada Escolar Completa (JEC), 1.864.970 estudiantes se encuentran en un colegio con este régimen, mientras que otros 376.661 alumnos no han entrado a dicho sistema, lo que representa al 17% del total de la matrícula escolar en Chile.
Así lo reveló un estudio realizado por Mauricio Bravo, director del Magíster de Política Pública de la U. del Desarrollo, en conjunto con los académicos Mauricio Apablaza y Hugo Contreras. El análisis arrojó que si bien a nivel nacional el 83% de los estudiantes ya está con jornada completa, hay cinco regiones donde no se alcanza este promedio. Los casos con menor cobertura son la Región Metropolitana, donde un 20% de los alumnos va a un colegio sin JEC, y la del Biobío, donde un 22% está en las mismas condiciones. Destacan, por su alto avance, las regiones de Magallanes y Aysén, con 97% cada una, y la de Coquimbo, con 94%.
A nivel local hay amplias diferencias. En Providencia, la mitad de sus alumnos estudia en colegios donde aún no se ha implementado la jornada completa. Le sigue Santiago, con un 42% de estudiantes sin JEC.
Pero, al desagregar las cifras por tipo de establecimiento, en Concepción sólo el 32% de la matrícula municipal estudia con JEC, versus un 89% de la subvencionada; mientras que en Santiago, el 33% de los alumnos de sus colegios públicos está en jornada completa y, en los subvencionados, un 81%.
“En los colegios más antiguos y tradicionales es donde más ha costado que se transformen a JEC. Eso explica por qué liceos emblemáticos, como el Instituto Nacional, aún siguen con doble jornada. También explica por qué Providencia o Santiago tienen tan poco avance en esta materia”, dijo Bravo.
El director de Educación de Providencia, José Palma, señaló que para avanzar en la JEC “se requiere una inversión fuerte en infraestructura, pero en una realidad urbana compleja como Providencia, los espacios para construir establecimientos de ese tamaño son escasos”. Agregó que para avanzar se requiere disminuir la matrícula, lo que es “inviable, al ver que nuestros colegios tienen una alta demanda, sobre todo de alumnos que vienen desde otras comunas en búsqueda de mejor calidad”. Por ejemplo, en el Liceo José Victorino Lastarria, que tiene clases en la mañana, en la tarde y en vespertino, de 2.400 alumnos se tendría que reducir unos 1.000.
“La JEC no ha demostrado que, a propósito de ella, los aprendizajes de los alumnos en distintos ámbitos de su formación hayan mejorado”, criticó Palma.
Normativa
¿Qué dice la ley? Inicialmente, en 2002 los colegios debían estar adscritos al nuevo régimen. Sin embargo, esto se amplió, con lo que los colegios municipales y los subvencionados vulnerables debían pasarse a este sistema en 2007, mientras que el resto de los recintos de este tipo podía hacerlo a contar de 2010. La ley también estableció excepciones para colegios con buen rendimiento. Además, para subsidiar las necesidades de ampliación de los colegios, entregó aportes de capital.
Para Juan Pablo Valenzuela, académico del Centro de Investigación Avanzada de la U. de Chile, “es una buena noticia la cobertura que ha logrado la jornada completa. Es innecesario un plazo tan taxativo, porque nadie pensaría que el Instituto Nacional por no tener JEC no logra resultados”.
Bravo aseguró que el mayor impacto de la JEC ha ocurrido a nivel social: “La jornada completa tuvo cero o muy bajo impacto en resultados de aprendizaje, pero sí tuvo otros efectos: la mujer pudo salir más libremente a trabajar y los niños más vulnerables fueron alejados de los peligros de la calle”.
Coincidió con él Valenzuela, quien agregó que otro impacto social no esperado fue la reducción del embarazo adolescente. “La jornada escolar completa es una oportunidad y eso se relaciona con cómo usamos el tiempo en el colegio”, dijo el académico de la U. de Chile, quien agregó que a los colegios nuevos se les debe exigir entrar al sistema con JEC.
Ver nota publicada: http://www.latercera.com/noticia/mas-370-000-alumnos-no-estudian-jornada-completa/