El ministro de Transportes, apoyado por tres senadores, estaría impulsando un proyecto de ley para aplicar restricción vehicular permanente, incluso a vehículos catalíticos en diferentes ciudades.
Y para evitar la compra de un segundo o tercer auto, como se ha constatado que ocurre en otras ciudades del mundo en que se ha aplicado este tipo de regulación, se pretende vender un pase diario de tal forma que, quien lo pague, pueda circular aun cuando le toque restricción vehicular. Más allá de su cuestionable efectividad, o de las múltiples dificultades de su implementación y fiscalización, esta es una medida evidentemente regresiva.
Esta propuesta le otorga un premio a aquellos que pueden pagar este pase diario, ya que tendrán las calles más despejadas, al tiempo que castiga a aquellos que no puedan pagar el pase, obligándolos a usar el mal sistema de transporte público.
En resumen, la propuesta de restricción vehicular permanente con venta de pase diario impulsada por el Ministerio de Transporte y los senadores Girardi, Matta y Ossandón, probablemente sin quererlo, mejorará la calidad de vida de los automovilistas más ricos y perjudicará a los más pobres.
Carta publicada en La Tercera 16/06/2016