Si la misión del Ministerio del Medio Ambiente, creado en 2010 como una necesidad al problema ambiental en Chile, es liderar el desarrollo sustentable, a través de la generación de políticas públicas y regulaciones eficientes, promoviendo buenas prácticas y mejorando la educación ambiental ciudadana ¿está haciendo su trabajo? ¿Podríamos asegurar que las actuales políticas ambientales están siendo efectivas o que las nuevas se están diseñando correctamente según las necesidades de nuestro país?

Hugo Contreras, especialista del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo plantea sus dudas sobre el particular.

De partida, señala que existe ambigüedad entre la función del Ministerio del Medio Ambiente y sus ámbitos de acción. Aun cuando éste es, de acuerdo a los grandes lineamientos que lo definen, el responsable de la protección y conservación de los recursos naturales renovables e hídricos, esto no se refleja en la bajada a sus objetivos y ámbitos de acción: allí no se incluye de manera explícita acciones asociadas a estos temas.

Es conocido el problema medioambiental ocurrido en las costas de Chiloé, pero la conservación del patrimonio marino chileno, al parecer, no estaría dentro de las atribuciones del Ministerio.

Entonces, ¿quién se hace cargo de la conservación de los recursos naturales en Chile? Tomemos como ejemplo tres recursos naturales: bosques, peces y el agua. Al parecer, el Ministerio del Medio Ambiente no es responsable de la conservación de ninguno de estos. La conservación de los bosques es responsabilidad de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) dependiente del Ministerio de Agricultura, la de los peces es responsabilidad del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, y la conservación del agua es de la Dirección General de Aguas (DGA), dependiente del Ministerio de Obras Públicas.

Tres recursos naturales que dependen de organismos dependientes de diferentes Ministerios, ninguno de los cuales es el de Medio Ambiente. Este último no ejerce un rol coordinador que es fundamental para tratar de manera coherente la problemática ambiental a la que nuestro país se ve enfrentado. Este rol coordinador de la política de conservación de recursos parece estar ausente en el Estado Chileno.

Lamentablemente los lineamientos del Ministerio del Medio Ambiente ya se establecieron hasta el año 2018, y allí, nuevamente, no se señala o define responsabilidad alguna asociada a la conservación del patrimonio natural. Si no logramos revertir esto, la institucionalidad medioambiental de nuestro país seguirá funcionando a medias, lo que irá en directo perjuicio de nuestro medioambiente y de los propios ciudadanos.

Nota publicada en el Llanquihue de Puerto Montt 06/06/2016