El diagnóstico de Gonzalo Müller es directo tras el anuncio presidencial de la noche del martes sobre el proceso para llegar a una nueva Constitución.

El académico de la UDD y analista político, afirma que la Presidenta Michelle Bachelet “no cumplió su promesa de campaña”, que quienes votaron por ella esperando una asamblea constituyente “perdieron”, y que ese sector podría encontrarse con un “portazo” por parte del Congreso considerando el quórum de 2/3 requerido para el proceso.

¿Cuál es su lectura política del anuncio de la Presidenta?

Entendiendo que no tiene los votos en el Congreso, para cumplir con el camino que ella misma trazó, lo que ha hecho la Presidenta es transformar la nueva Constitución en un tema de campaña electoral para el 2016 y 2017, por lo tanto, la fiscalización que se haga de los recursos públicos en este proyecto va a ser intensiva.

¿Lo deja conforme el anuncio presidencial en cuanto a la vía institucional que la propia mandataria resaltó?

Obviamente que el respeto de la propia Constitución y del Congreso habla de una vía institucional. Más allá de los adjetivos que le pone la Presidenta a la actual Constitución, la reconoce.

¿Fue un anuncio en blanco y negro, o puede observar matices?

Lo que dijo la Presidenta permite avanzar en al menos dos definiciones, sin embargo, hay muchas cosas que quedan pendientes. La primera es que no va a haber nueva Constitución en este Gobierno. La segunda, es que el proceso real de nueva Constitución se va a iniciar en el próximo Gobierno. Además, que se inicie ese proceso está sujeto a que se alcancen los 2/3 en el Congreso, que es una condición que pone en duda el inicio del proceso. ¿Qué pasa si el Congreso dice que no? Se cae todo lo que hizo el Gobierno.

¿El hecho de que la discusión quede para el próximo mandato presidencial y legislativo refleja, a  su juicio, que la Presidenta no cumplió su promesa de campaña?

Claramente no cumple su promesa de campaña y lo que hace, por los tiempos de un año de diálogos ciudadanos y un segundo año de reflexión, es reconocer la incertidumbre que genera esta discusión y de alguna manera la trata de matizar a través de prolongarla en el tiempo, hacerlo menos violento. La incertidumbre que genera en lo económico es la principal restricción respecto de por qué no va a poder cumplir con iniciar el camino de una nueva Constitución.

¿Identifica a ganadores y perdedores tras este anuncio?

Los que perdieron son los que votaron por Bachelet esperando una AC. Perdieron su voto, claramente el anuncio fue un portazo. De hecho, se reconoce la vía institucional.

¿Que quede abierta como alternativa la AC termina tratando de dejar satisfechos a todos los sectores?

Pero resulta que en el Congreso no hay votos para una AC, entonces cuando la Presidenta dice que lo va a incorporar, pero que necesita los votos del Congreso, de alguna manera le está diciendo que no va a haber. Está de nuevo diciendo ‘era mi intención, era lo que yo quería, pero el Congreso no quiso’.

¿En qué pie puede quedar entonces la relación del Gobierno con las fuerzas de izquierda de su bloque, como el PC y los ex dirigentes estudiantiles que la apoyan?

Creo que se va a resentir esa relación sin duda, porque para ese sector éste es un incumplimiento grave. La condicionalidad de que 2/3 del Congreso abra el camino es casi una manera de transferir la responsabilidad al Congreso y en estos sectores, desde el PC y la izquierda extra Nueva Mayoría, lo que se va a leer es que la Presidenta no tuvo la voluntad política de avanzar en el camino de la AC

Entrevista de Tomás Martínez publicada en El Dinamo