El Plan Universal de Medicamentos (PUMA) elaborado por CIPS-UDD busca ser una alternativa a corto plazo que ayude a disminuir el gasto en los medicamentos ambulatorios con receta que más se venden en el mercado farmacéutico. Tras la presentación en la comisión de salud de la Cámara, su presidente Tomás Lagomarsino propuso que los equipos legislativos de la cámara pudieran reunirse y entregarles una propuesta de ley al ministerio de Salud para que el Ejecutivo pueda presentar.
Durante la tarde de hoy, Paula Daza, Directora Ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, fue invitada a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados para exponer la propuesta de Plan Universal de Medicamentos Ambulatorios (PUMA), la cual busca disminuir, en el corto plazo, el gasto de bolsillo de toda persona beneficiaria o afiliada a alguna previsión de salud (Fonasa, Isapre y FFAA),
PUMA pretende disminuir el precio a pagar en farmacias por medicamentos ambulatorios. Estos fármacos son aquellos que las personas no hospitalizadas consumen para tratamiento o enfermedad. Los medicamentos ambulatorios que están incluidos en este beneficio, son aquellos que requieren receta médica y que tienen mayor cantidad de ventas. El uso de este beneficio es sin límites de uso ni pago de deducibles.
El proyecto PUMA propone que, a través de un fondo de medicamentos, se financie el 60% del precio de los medicamentos que se incorporan para su cobertura. De esta forma, la persona copagará el 40%, permitiendo un ahorro que podría llegar hasta a 75% en los medicamentos considerados, según estimaciones que están en el Plan Universal de Medicamentos Ambulatorios.
Por ejemplo, si actualmente la persona paga $6.409 por un medicamento ambulatorio con recta, con la puesta en marcha de PUMA, el copago promedio podría ser de $1.664 pesos por medicamento.
“Hay personas que pudiendo sacar sus medicamentos de forma gratuita en consultorios, no lo hace por brechas que hay en la ruta del paciente. Se debe disminuir las barreras de acceso a fármacos y analizar todo su sistema: desde la regulación pasando por la distribución y las brechas de acceso para los pacientes. Todo este proceso de nuevas políticas públicas que acorten estas barreras, requiere más tiempo, pero las personas no pueden esperar. Por eso CIPS – UDD propone esta propuesta que aliviará el bolsillo de muchos chilenos, pero además evitará que la gente no deje sus tratamientos por falta de cobertura o compren en lugares no autorizados que pueden provocar un peligro en la salud pública”, expresa la directora ejecutiva de CIPS UDD.
Tras la exposición la diputada Marta Bravo dijo agradeció la presentación y el trabajo de CIPS UDD en esta materia: “Quiero agradecer y darle el valor que la academia esté presente en crear nuevas estrategias de salud pública y que se muestre la importancia de la alianza público – privado para resolver problemas”.
En tanto el diputado Daniel Lilayu enfatizó en que “Creo que en este año que se nos viene la salud es fundamental y el tema de medicamentos lo debemos abordar. Nadie se va a restar de cualquier proyecto de ley que venga del Ejecutivo para que el bolsillo de los chilenos se vea aliviado”.
Al ser un proyecto de ley que debe presentarse desde el Ejecutivo, el presidente de la comisión, Tomás Lagomarsino, propuso que los equipos legislativos de la cámara pudieran reunirse y entregarles una propuesta de ley al ministerio de Salud para que el Ejecutivo pueda presentar.
SOLUCIÓN DE RAÍZ
Una de las áreas de estudio que ha desarrollado CIPS-UDD es el acceso a medicamentos por parte de la ciudadanía. El gasto de bolsillo en salud, es decir, el gasto no reembolsable que realiza cada individuo para el cuidado de su salud, es uno de los más altos entre los países de la OCDE. Además, la evidencia nacional ha mostrado en diferentes estudios que, en promedio, entre el 30% y 36% de ese gasto, corresponde a la adquisición de fármacos, siendo el ítem que más gasto le genera a las personas.
Teniendo en cuenta que 2022 fue un año económicamente complejo, en CIPS-UDD, se realizó una encuesta para medir la percepción de este gasto en salud. El 88% de los casi mil encuestados afirmó que el gasto en medicamentos es un gasto importante para él o ella o algún integrante de su familia. En el sondeo se profundizó en cómo la compra de medicamentos influye en su presupuesto familiar. Las personas podían marcar más de una opción. Y las alternativas más mencionadas fueron: en dejar de consumir otras cosas (50%) y en endeudarse (30%). REVISA AQUÍ LA ENCUESTA
“Aquí vale preguntarse por qué la gente está dejando de consumir bienes y servicios e incluso se está endeudando para poder continuar con su tratamiento, sobre todo si el 80% de la población está en Fonasa y en donde hay un sistema que debiese darle sus medicamentos de forma gratuita a sus beneficiarios”, comentó el decano de la Facultad de Gobierno, Eugenio Guzmán.
El problema de acceso a medicamentos ambulatorio en el sector público se evidenció en una encuesta de Fonasa de 2021. El 38% de beneficiaros Fonasa que respondió la encuesta, dijeron que no adquirieron sus medicamentos en el consultorio u hospital. El 32% de ellos dijo que optó en comprarlos para obtenerlos más rápido y 21% que los compró porque no estaban disponibles en el consultorio. “Esto nos muestra que hay un tema de gestión a largo plazo que debemos mejorar en cuanto a la disponibilidad de medicamentos, tanto en tiempo como en disponibilidad. Hay muchos ecosistemas que confluyen en el área de medicamentos. Por tanto, PUMA apunta a ser una solución de transición, mientras se acortan las brechas en la ruta del paciente para la adquisición de sus medicamentos, donde la implementación de éstas requerirá de más tiempo”, explica Daza.