Las cuentas públicas presidenciales brindan la posibilidad de destacar los avances que ha tenido un gobierno, y la dirección que busca entregarse a las políticas públicas que se harán cargo de los malestares del país. El presidente Boric, frente al escenario político actual, tenía una enorme oportunidad.
El discurso podía marcar un punto de inflexión entre la figura presidencial y las expectativas ciudadanas que no han visto plasmada en la ruta del gobierno sus principales preocupaciones. No se han cumplido tres meses desde que asumió y pareciera que estamos en presencia de un divorcio entre quienes miraban con esperanza este nuevo gobierno, y la gestión de esta primera etapa. Hoy pudo haber sido el primer paso para una reconciliación, pero parece que esta tendrá que esperar. La cuenta pública fue un discurso que no logró acercarse a ese objetivo.
Los subtítulos son un apoyo televisivo para quienes tienen problemas para entender una película o serie de televisión en idioma distinto, o bien presentan problemas de audición. La cuenta pública tuvo mucho de eso. El presidente Boric nos entregó un discurso repleto de subtítulos. Eran cerca de las 13:00 hrs., luego de más de una hora de discurso y de varios guiños y anuncios a políticas y proyectos de ley, cuando el presidente de la Republica abordó la mayor preocupación de los chilenos: la seguridad. Esto es una señal que la brújula del actual gobierno sigue extraviada. Esto debió haber sido la primera parte de su discurso, junto con haberse hecho cargo de los innumerables errores cometidos.
Todo parece indicar que la violencia seguirá siendo un dolor de cabeza para el presidente Boric, y lamentablemente para los chilenos, porque aún existe un conflicto profundo sobre las razones sobre las cuales se sustenta. No es un tema de tierras o de reconocimiento de derechos indígenas, como señaló en parte de las líneas que leyó, el problema de la macro zona sur es la presencia de terrorismo que se ha aprovechado de los titubeos por parte de los responsables en seguridad. La cuenta pública nunca mencionó la palabra terrorismo, y eso significa que no ha entendido, o no quiere entender, la causa principal de la crisis de violencia que viven las personas de esa zona del país, y, por lo tanto, cualquier solución que quiera implementar irá en la dirección equivocada.
La segunda gran preocupación de los chilenos es la frágil situación económica del país, para ello se requieren medidas que brinden certezas de largo plazo y que generen las condiciones para atraer inversión y de esta manera crear empleos. Hubo muchos anuncios paliativos que van a generar un problema de expectativas de nuevo, porque ninguno de ellos apunta de manera efectiva a brindar tranquilidad económica a los hogares de nuestro país.
Hoy vimos que el gobierno pasó del modo “stand by” con los problemas ciudadanos, a un modo “ON”. Se activó. Lamentablemente con la brújula desorientada. La primera cuenta pública del presidente Boric fue pensada más en el 04 de Septiembre, que en las prioridades que los chilenos tienen hoy. El gobierno tiene claro que gran parte de su relato y proyecto político va a depender de ese resultado.
Parece los problemas reales tendrán que esperar hasta el 05 de septiembre.
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