Señor Director:

El ministro de Transportes insiste, sin ningún tipo de respaldo empírico, en impulsar una variante de la restricción vehicular clásica, la cual permite que los automovilistas afectos puedan pagar un pase diario para poder circular el día que les toque restricción.

¿Y cuánto debe ser el valor de ese mágico pase diario? Evidentemente, un valor muy bajo equivale a que no exista restricción o política regulatoria. Por otra parte, un valor demasiado alto, que las personas no estén dispuestas a pagar, equivale a la restricción tradicional, con todos sus negativos impactos, ya constatados por estudios nacionales e internacionales, sobre la congestión y contaminación en el mediano y largo plazo.

¿Qué le hace pensar al ministro de Transportes que existe una tarifa tal para este pase diario que hará que esta cuestionable medida genere beneficios a la sociedad?

Nos parece insólito que las propuestas y diseño de políticas públicas en transporte, nuevamente, se basen en prejuicios infundados, y no en evidencia empírica o análisis comparados de casos reales.

Louis de Grange C.
Facultad de Ingeniería UDP

Rodrigo Troncoso O.
Facultad de Gobierno UDD