No hay duda sobre la importancia de legislar sobre el financiamiento de los partidos. No obstante, la propuesta del Gobierno plantea algunas dudas. Primero, los montos destinados a los partidos políticos ($1.530 millones) se calculan en razón del número de votantes efectivos (6,5 millones) y no del total registrado (13 millones). Esto asume que el objetivo de los partidos sólo se limita a un grupo particular de la población. Pero la cobertura política se extiende a toda la población y no a una fracción de ella.
También se consigna que el aporte a cada partido sería de $246 (0,01 UF) por votante efectivo. ¿Es esto mucho? En elecciones primarias en EE.UU., el monto gastado por elector alcanza a unos $18.000 (US$ 30). Si bien se trata del costo de campaña y no del aporte estatal, ello nos da un orden de la magnitud del problema: el costo de llevar a los electores a votar, según distintas estimaciones, supera los $30.000 (US$ 50) por votante adicional. Luego, si pensamos que las actividades políticas no terminan en las campañas, el costo de partido es significativo. ¿Implica esto que en Chile el gasto debiera ser el mismo? No. Pero debiera tenerse en cuenta un modelo de gastos de partidos basado en indicadores reales.
En tercer lugar, se plantea prohibir las donaciones de empresas, en razón de que éstas tendrían intereses específicos (sic). Las personas también. Países como Austria, Holanda, Alemania, Noruega, Suecia y Suiza no tienen prohibiciones al respecto. Más aún, países como Noruega, Dinamarca, Australia, Italia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Alemania y Austria, por citar algunos, permiten las donaciones anónimas, bajo determinado umbral, a candidatos y en algunos casos también a partidos.
Finalmente, un tema ausente tiene que ver con las donaciones de personas naturales. En efecto, si se quisiese fomentar la participación política, un mecanismo eficaz pueden ser las exenciones tributarias, que tienen como efecto democratizar el financiamiento político. Ciertamente, se pueden establecer límites y fórmulas para hacer efectivos los créditos tributarios, lo que es perfectamente posible. Otra fórmula son los “matching funds”, es decir, con el propósito de aumentar la competitividad y participación ciudadana por cada peso que se dona, el gobierno asegura una cantidad adicional de dinero.
Fuente: Diario La Segunda.