En el último tiempo diversas voces se han levantado para alertar sobre la existencia de una crisis en Chile. Unos afirman que se trata de una crisis de confianza y otros, a mi juicio equivocadamente, afirman que atravesamos una crisis institucional. Más allá de estas diferencias, sí podemos observar un clima de crispación y falta de diálogo entre distintos sectores sociales y políticos. Una de las causas de esta situación se encuentra en el empeño de ciertos grupos de imponer su particular diagnóstico sobre los problemas de la sociedad y además sus medidas para resolverlos. Grupos que además mantienen una posición maximalista, es decir, quieren “todo o nada” y rechazan de plano la posibilidad de escuchar y buscar acuerdos con quienes piensan diferente.

Chile vivió en el pasado la amarga experiencia de la intolerancia y el fanatismo, prácticas que provocaron dolorosas divisiones y conflictos sociales que aún no hemos superado completamente. La democracia se nutre del respeto y la amistad cívica y, por sobre todo, de la valoración del aporte que todos los ciudadanos podemos hacer a favor del bien común. Por eso, junto con Eduardo Aninat, ex ministro de Hacienda del ex presidente Frei, impulsamos “Diálogos de Futuro”, una iniciativa encaminada a servir de punto de encuentro y convergencia entre personas de diferentes pensamientos y ámbitos profesionales, con el propósito de intercambiar opiniones con rigor y buscar ideas, propuestas y soluciones para los problemas y desafíos que enfrenta el país. Como objetivo nos trazamos reflexionar acerca de cómo Chile puede recuperar el fuerte crecimiento económico que tuvo en el pasado.

La primera edición de “Diálogos de Futuro” se realizó en enero del años pasado. En esa ocasión participaron los ex ministros; Mariana Aylwin, Claudio Hohmann, Carlos Cruz, Joaquín Lavín, Rodrigo Pérez Mackenna, entre otros. Una de las conclusiones sobre cómo recuperar el crecimiento apuntó a volver a levantar la idea de la infraestructura como eje central para invertir, fomentando una alianza público-privada.

En la segunda versión, se discutió precisamente sobre cómo la inversión en infraestructura y la economía digital pueden contribuir al crecimiento y al desarrollo humano. Estuvieron los ex ministros; Sergio Bitar y Germán Correa, y otros destacados especialistas. Una de las principales coincidencias fue la urgencia de realizar una profunda modernización del Estado para profesionalizarlo y y acercarlo más a la ciudadanía.

El tercer encuentro versó acerca del rol que tiene el capital humano en el actual momento económico; los cambios más importantes para aumentar su calidad, tanto en la educación escolar y superior como en la formación de nuevas destrezas en los trabajadores; y sobre el impacto que tendrán en esta materia las reformas educacionales promovidas por el actual Gobierno. Estuvieron los ex ministros; Pilar Armanet, José Pablo Arellano, Harald Beyer y Juan Carlos Jobet. Hubo acuerdo en la necesidad de reformar el currículo de una parte de los establecimientos escolares de manera que entreguen a sus egresados, competencias laborales específicas para incorporarse al mundo del trabajo.

“Diálogos de Futuro” no es la única iniciativa en su tipo, pues existen otros grupos de chilenos que buscan recuperar el diálogo que en el pasado permitió la construcción de acuerdos amplios y transversales que, en diversos ámbitos, pavimentaron el desarrollo y el progreso de nuestro país. Chile necesita hoy más que nunca revalorizar el diálogo como elemento esencial de una sociedad diversa, tolerante y democrática.

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