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Dosis de refuerzo y cuarta dosis presentan una baja semanal sostenida de vacunados durante junio

El Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS-UDD) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, realizó un análisis sobre el proceso de vacunación en dosis de refuerzo en junio, luego que el Ministerio de Salud bloqueara el Pase de Movilidad a quienes no tuvieran cuarta dosis.  En las últimas cuatro semanas, las bajas de cuarta dosis varían entre 11% y 32% entre semanas. Para comprender las causales de no inocularse con este segundo refuerzo, CIPS-UDD realizó una encuesta en donde razones como falta de tiempo; falta de interés; falta de opciones de vacunación, aparecen como las más nombradas.

Tras la puesta en vigencia del bloqueo del Pase de Movilidad el 1 de junio, la cantidad de personas vacunadas, tanto con dosis de refuerzo como cuarta dosis, experimentó semanalmente una baja de dosis administradas en comparación con la semana anterior.

La semana del 5 de junio, la vacunación de ambas dosis de refuerzo sufre una de las mayores caídas en este año, llegando a administrar tan solo 615.161 dosis de cuarta dosis y 134.598 en la dosis de refuerzo durante esa semana, representando una baja entre ambas semanas de 32% y 17% respectivamente. Esto también porque la semana anterior, previo al Pase de Movilidad, hubo alta demanda.

Entre las semanas del 5 de junio y 18 de junio, se presenta una caída de 26% en cuarta dosis y 24% en dosis de refuerzo. Y entre de 12 de junio y 25 de junio, la caída de vacunación entre una semana a otra en cuarta dosis es de 25% y refuerzo 24%. La cuarta semana consecutiva de baja administración de ambas dosis de refuerzo, fue la semana del 26 de junio en donde, con respecto a la semana anterior, se observa una disminución de 10.570 en dosis de refuerzo, con una variación porcentual de -14% respecto a la semana anterior. Por otro lado, con la cuarta dosis, esta disminuye en 36.767 con una variación porcentual de -11%. Este análisis concluye que, las últimas cuatro semanas hay una baja constante en la cantidad de dosis administradas de refuerzos, tanto de tercera como de cuarta dosis.

Sólo el primero de junio, el promedio diario de administración de dosis de refuerzo y cuarta dosis fueron más de 100 mil. En ningún otro día de junio, hasta el 28 de junio que se analizó para estos fines, se superó este número.  Salvo días puntuales, el promedio diario de vacunación con ambas dosis de refuerzo, fue decayendo gradualmente durante junio, teniendo días de 80 mil, 60 mil y 40 mil.

“No podemos decaer en la administración de las dosis de refuerzos en medio de un nuevo peak de casos. Es verdad que la gente está cansada. Es verdad que ya una cuarta dosis puede ser cansador para las personas. Es verdad que hay menor percepción de riesgo, pero eso no pueden ser excusas para no hacer un trabajo planificado y estratégico. Lo que no puede ocurrir es que tengamos una red asistencial estresada porque no se ha incentivado la vacunación de forma estratégica. Y menos, podemos hablar de quinta dosis, si no logramos tener buenos niveles de cobertura con la cuarta dosis que, precisamente, sabemos que su efectividad está durando un poco más que lo que fue la dosis de refuerzo”, dice Paula Daza, Directora Ejecutiva de CIPS-UDD. 

En ese sentido, aclara que hay más de 3.6 millones de personas que pudiendo haberse vacunado con su cuarta dosis, aún no lo han hecho. Actualmente según los datos del Minsal, de ellos hay más de 1.9 millones que llevan seis meses sin su dosis de refuerzo. “En el contexto en el que estamos, con gran cantidad de casos y con el conocimiento que la efectividad de la cuarta dosis está durando más de seis meses para evitar enfermedades graves y fallecimientos, se debería realizar una estrategia a nivel nacional para aumentar el 61% que tenemos de cobertura con cuarta dosis a nivel nacional y que semanalmente deje de disminuir la administración de la cuarta dosis”, agrega. 

¿Por qué no se han puesto la cuarta dosis?

En la primera semana de baja de vacunados con dosis de refuerzo, CIPS-UDD realizó una encuesta con la finalidad de tener comprender por qué no se han ido a vacunar las personas que les corresponde la cuarta dosis.

Se les preguntó cuántas dosis tenían y el 56% dijo que se había puesto su cuarta dosis y  35% su tercera dosis. Preguntamos, posteriormente por qué no se ha puesto la dosis que le corresponde según calendario a quienes les tocaba la cuarta dosis.

El 43% dijo que no había podido ir, pero que iría lo antes posible. La falta de tiempo se une con temas de logística: el 13% de los encuestados afirmó que se ha encontrado largas filas y el 6% que no ha encontrado los fines de semana. “Esto habla de la importancia de crear espacios, estrategias no sólo del Ministerio de Salud, sino que también del Ministerio de Trabajo para que las personas que trabajan puedan ir a vacunarse”, dice Daza.

Por otro lado, llama la atención que 15% no ha ido a vacunarse porque han escuchado sobre efectos adversos secundarios graves de la vacuna. Si se suma esta razón, junto a los encuestados que no lo consideran necesario; los antivacunas y los que no se han vacunado por mala experiencia con la tercera dosis, hay 38% de los encuestados que no está dispuesto a vacunarse con una cuarta dosis, por lo que es importante implementar estrategias para estos grupos.

Las personas del grupo C3 y C2 son quienes presentan una mayor idea negativa en torno a la administración de vacunas o que ya no les importa. Para el grupo C3 un 23% expresa esta opinión y en el grupo C2 con un 16%.

“Todo periodo de la pandemia tiene sus complicaciones. Uno de ellos actualmente es fortalecer la adherencia en la vacunación. Creemos que los resultados de esta encuesta da ciertas luces de qué debe hacer la autoridad sanitaria. No sólo hay un tema de logística que hay que seguir fomentando, sino que también trabajar con la cantidad de información falsa sobre las vacunas y los temores y desincentivo de la ciudadanía”, concluye Daza.

Revisa el análisis y propuestas de CIPS-UDD aquí.