La directora ejecutiva de CIPS UDD participó en la sesión del miércoles 17 de diciembre, donde entregó observaciones técnicas sobre el diseño institucional del proyecto de ley, enfatizando la necesidad de resguardar la autonomía, la certeza regulatoria y la competencia en el sistema de salud.
En el marco de la discusión del proyecto de ley que busca fortalecer la Superintendencia de Salud, Paula Daza, directora ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Facultad de Gobierno UDD, participó en una sesión de la Comisión de Salud del Senado.
Durante su intervención, Daza valoró el objetivo general de la iniciativa, destacando que el fortalecimiento de la fiscalización y la transparencia constituye una orientación correcta y necesaria en un sistema de salud complejo. No obstante, advirtió que el diseño institucional y regulatorio del proyecto resulta clave, ya que un fortalecimiento mal calibrado podría derivar en incertidumbre normativa y en una sobrecarga administrativa para los distintos actores del sistema.
Uno de los puntos centrales abordados fue la creación de un Consejo Técnico, respecto del cual Daza enfatizó la importancia de asegurar su autonomía real. “Con respecto al Consejo técnico, creo que una de las cosas que nosotros planteamos en ese minuto en el comité de salud del Senado, es tener un consejo que sea independiente de la Superintendencia y que no se convierta en un órgano meramente legitimador, sin un contrapeso real. La experiencia comparada de otros organismos reguladores, como la Comisión para el Mercado Financiero, basa su legitimidad principalmente en la autonomía técnica y política”, señaló.
Asimismo, planteó reparos frente a la ampliación del rol del regulador hacia el diseño de políticas públicas, alertando sobre los riesgos de una excesiva producción de circulares e instrucciones obligatorias. “El tercer elemento es la expansión de que el regulador pase de fiscalizar a diseñar políticas públicas. Que esto no se convierta en circulares e instrucciones obligatorias que muchas veces generan incertidumbre regulatoria. En salud, la innovación y el emprendimiento requieren reglas estables, proporcionales y predecibles”, afirmó.
Finalmente, Paula Daza subrayó que, para que la iniciativa constituya una reforma moderna y eficaz, es indispensable proteger la competencia y el emprendimiento, concebir la transparencia como una herramienta informativa y no punitiva, y acotar la discrecionalidad normativa, resguardando así un equilibrio adecuado entre regulación, desarrollo e innovación en el sistema de salud.
