SEÑOR DIRECTOR:
Esta enfermedad en Chile representó, en 2018, la cuarta neoplasia en mujeres, tanto en incidencia como en mortalidad. Es el tipo de cáncer con la mayor cantidad de retrasos GES: a diciembre de 2022, fueron 4.347. En septiembre de 2022, 1.377 atrasos en esta patología eran en diagnóstico, los cuales representaban el 20% de garantías retrasadas en la intervención sanitaria de diagnóstico de cáncer. ¿Por qué ocurre esto si tenemos buenas estrategias de prevención y diagnóstico? El problema está en su implementación. La cobertura de papanicolau para mujeres entre 25 y 64 años no llega al 80% esperable en los últimos años. A eso hay que agregar que existe el diagnóstico molecular del virus del papiloma humano (VPH), cuyo piloto se implementó en 2019 en 13 servicios de salud y que no sabemos cómo ha avanzado en su implementación tras la pandemia. El panorama para las nuevas generaciones se ve más auspicioso. Ya contamos, para su prevención, con la vacuna contra el VPH. Sin embargo, es un problema para los adultos de hoy. Ha llegado el momento de darle urgencia ala prevención y diagnóstico de este cáncer. Visibilicemos la importancia de los chequeos preventivos y de la vacuna contra VPH. Las herramientas para hacerlo están.
Paula Daza Narbona
Directora Ejecutiva de CIPS-UDD