Señor Director:
El sábado parten las nuevas medidas informadas por el Ministerio de Salud, como poner fin a la obligatoriedad de mascarillas, los aforos y el pase de movilidad. Pese a ser un hecho destacado, no es el único hito importante de esta semana en relación con la pandemia.
Desde el 26 de septiembre, los niños de entre tres y cinco años ya pueden recibir su cuarta dosis. Es decir que, tras un año y nueve meses del inicio de la campaña de vacunación contra covid-19, se ha avanzado a tal punto que hasta los más pequeños ya pueden vacunarse con el segundo refuerzo.
Este hito, sin embargo, ha pasado inadvertido, sin haber sido destacado ni mencionado en puntos de prensa, pautas ni redes sociales del Ministerio de Salud.
No darle la importancia que merece es un arma de doble filo. Ahora, más que nunca, con el levantamiento de medidas restrictivas, debemos aprovechar cada instancia para potenciar la vacunación, sobre todo en los preescolares, cuyas cifras de vacunación son las más desalentadoras.
La cobertura de esquema completo en niños de tres a cinco años es de 65% y la dosis de refuerzo, que partió en abril, alcanza apenas un 33%. En el mes de agosto el promedio de dosis administradas por día, en este rango de edad, disminuyó en 48% comparada con julio, con un promedio menor a mil dosis diarias.
Esto ha llevado a que existan 263 mil niños preescolares aptos para vacunarse que no han recibido su dosis de refuerzo. De ellos, el 82% lleva más de seis meses sin su vacuna al día.
Las autoridades ministeriales tienen el desafío de entender esta baja cobertura. No obstante, una medida efectiva y urgente es destacar este hito de cuarta dosis en preescolares, que facilita a madres, padres y apoderados el proceso de puesta al día con el calendario de vacunación.
Ojalá que pronto veamos a las autoridades dando esta noticia.
Paula Daza Directora ejecutiva de CIPS-UDD