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Que significó APEC 2014 para Taiwán

APEC es un elemento vital para la presencia de Taiwán en los mecanismos de integración regional, pese a que el mundo académico ha golpeado a este foro repetidamente por su falta de progresos como bloque

APEC es un elemento vital para la presencia de Taiwán en los mecanismos de integración regional, pese a que el mundo académico ha golpeado a este foro repetidamente por su falta de progresos como bloque. Son varias las aristas en las cuales se han vertido las críticas, como por ejemplo su lento avance en la liberalización comercial regional, la diversificación de su agenda en dos bloques –comercial por un lado, y cooperación técnica por otro- cientos de grupos de trabajo lo cual habría llevado a la organización a perder su foco, su mecanismo de progresos basado en los consensos y la aplicación unilateral de principios, un secretariado ineficiente y prácticamente innecesario frente a un organismo consensual no-vinculante, y la falta de un organismo vinculante de solución de controversias. Pero independientemente de las críticas que puedan realizarse a APEC como organización, esta sigue siendo la única instancia que logra reunir anualmente a todos los jefes de estado (con la excepción del líder taiwanés), y líderes económicos de todas las economías del Asia Pacífico. Si bien TPP, RCEP, ASEAN y otros organismos de foco definido han logrado progresos concretos hacia una integración regional más ambiciosa, APEC sigue siendo en la región un marco de influencia normativa, y una instancia multilateral de dialogo al más alto nivel que otros foros y organismos no han logrado reeditar.

Más allá de la evidente influencia normativa que las metas de Bogor tienen para los distintos mecanismos de integración regional, las reuniones anuales de jefes de estado presentan además una oportunidad altamente mediática para la firma y conclusión de acuerdos bilaterales entre los distintos países de APEC -que por lo demás es un objetivo alineado con las metas de Bogor. No en vano, durante la reciente reunión, China y Corea del Sur firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC), y de igual manera Australia y China finalizaron una década de negociaciones comerciales y poco después de la cumbre anunciaron también su TLC. La relevancia de APEC no debe ser minimizada entonces en función de su falta de acuerdos vinculantes ni de su falta de progresos concretos en acuerdos de liberalización comercial. Y un elemento clave a considerar para la región, es que APEC es el único organismo de integración regional en el que participa Taiwán (bajo el nombre Chinese Taipei), que es a su vez un actor clave en las cadenas de suministro que dan dinamismo a la economía del este de Asia. Y al igual que Taiwán es fundamental para APEC, dicho organismo es fundamental para Taiwán, por presentarle una de las pocas instancias a través de las cuales puede generar agendas oficiales con países con los cuales no tiene relaciones diplomáticas. Desde la perspectiva taiwanesa, APEC 2014 dejó tres anuncios clave que serán fundamentales para el proceso de integración de Taiwán en la región, tanto a nivel bilateral como multilateral: El anuncio de la hoja de ruta para el Acuerdo de Libre Comercio de Asia Pacifico (FTAAP), el TLC entre Corea del Sur y China, y el TLC entre China y Australia.

En primer lugar, el FTAAP es una idea que ha rondado APEC desde su creación, sin embargo, su factibilidad siempre ha sido compleja por la diversidad de estados de desarrollo en que se encuentran las economías de la región. Sumado a esto, una falta clara de liderazgo había impedido mayores progresos en el bloque, abriéndose opciones de membresías más reducidas, como el TPP o el RCEP. Sin embargo, el empuje de China a esta iniciativa y su aceptación del TPP como un building-bloc hacia la concreción del FTAAP, entregan a esta iniciativa un nuevo impulso.

La noticia para Taiwán tiene una implicancia doble, que puede convertirse en un arma de doble filo. En primer lugar, Taiwán está actualmente excluido tanto del TPP como del RCEP, arriesgando su marginación total de los procesos regionales de integración y liberalización comercial. Pese a sus intentos por integrar ambos organismos, su falta de liberalización interna, y su poco espacio internacional en Asia, han impedido progresos en este sentido. Al reflotarse la idea de un FTAAP, basado en APEC, el tema de la membresía pasa a ser secundario, y la posibilidad de integrar un mecanismo de integración regional se hace más tangible para Taipéi. No obstante lo anterior, el hecho de que el liderazgo del mismo recaiga sobre China puede conllevar normativas que busquen minar la independencia de la isla, aumentando su dependencia del mercado chino.

En segundo lugar, y con mayor cobertura mediática en Taiwán, encontramos la firma del TLC Beijing-Seúl. En términos comerciales, Taiwán considera a Corea del Sur como su principal competidor en los mercados del mundo. Si bien desde nuestra perspectiva latinoamericana, los productos taiwaneses y surcoreanos distan mucho de competir en el mercado (ya que no hay competencia sectorial), desde el este de Asia la situación es muy distinta, ya que ambos compiten en las mismas cadenas de suministro, y en varios mercados de consumo de igual manera. El comercio bilateral Taiwán-China supone para Taiwán mas del 40% de su comercio exterior, con niveles de dependencia comercial que varios académicos y políticos consideran ya peligroso. Si a esto sumamos el hecho de que su principal competidor en el mercado ha logrado un acceso preferencial para el comercio de bienes y servicios, y el hecho de las negociaciones comerciales China-Taiwán están estancadas desde el Movimiento de los Girasoles, tenemos un panorama bastante sombrío para la economía taiwanesa. El ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán ha calculado el daño del TLC en un 0.5 % de disminución en el crecimiento del PIB, con un riesgo cuantificado en US$ 23.230 millones. Por lo tanto, este progreso que no es propio de APEC, pero que se ejecuta durante la reunión aprovechando un marco normativo adecuado, puede complicar a la economía taiwanesa en su principal mercado.

Por último, las negociaciones conducentes a un TLC China-Australia, que se extendieron durante más de una década, fueron finalizadas en Beijing durante el transcurso de APEC, con el fin de anunciar los resultados oficialmente durante la visita de Xi Jinping a Australia en el marco de la reunión del G20. Al igual que en el caso de Corea, este TLC no es un evento propio de APEC, pero este foro se presta para la conclusión de acuerdos vinculantes bilaterales, y la firma de estos. Chile no es ajeno a utilizar la APEC para firmar o anunciar la finalización de las negociaciones de acuerdos bilaterales. En este caso, el impacto para Taiwán es muy distinto al impacto que tiene el TLC China-Corea del Sur. Con el TLC China-Australia se abre una puerta tacita para que Taiwán pueda negociar su propio TLC con Australia, ya que China ha manifestado –a través de la Oficina para los Asuntos de Taiwán- que solo podrán negociar TLCs con Taiwán aquellos países que tengan previamente un TLC con China. Taiwán firmo el año 2013 un TLC con Nueva Zelanda, que es el principal competidor de Australia en el mercado taiwanés en productos lácteos y cárnicos. Se abre por lo tanto una oportunidad de interés mutuo, y factible, para que Australia y Taiwán negocien un TLC, ampliando el espacio de negociación de Taiwán. De esta manera, Taipéi espera disminuir su aislamiento y a la vez negociar con otro miembro más del TPP, con la esperanza de que esto le abra la puerta a este mecanismo de integración regional.

APEC, y todo lo que ocurre alrededor de la reunión de jefes de estado y líderes comerciales de las economías que lo integran, supone una instancia clave para Taiwán en pos de su búsqueda de espacio internacional y su capacidad de participar en la integración regional. APEC 2014 puede ser vista desde Taiwán con perspectivas muy distintas; pero sean positivos o negativos los resultados, es sin duda un espacio que abre puertas a un país que esta diplomáticamente muy aislado en la región, pese a estar comercialmente integrado. Esta dicotomía posiciona a la APEC como el único puente de unión que puede llevar la política comercial de Taiwán de la mano de las necesidades de la economía de esta isla.