El doctorado se inició en 2013 bajo el respaldo del Centro de Investigación en Complejidad Social (CICS). A más de una década de su creación, el programa ha formado a 18 doctores y cuenta con un claustro académico que ha producido más de 180 artículos científicos, consolidándose como un referente en investigación interdisciplinaria en Chile.
El Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social (DCCS) de la Universidad del Desarrollo ha alcanzado un importante hito tras once años de historia: obtuvo siete años de acreditación por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). Este logro posiciona al DCCS como un programa de excelencia y lo convierte en el primer doctorado a nivel nacional acreditado en cuatro áreas: ingeniería, psicología, economía y ciencias sociales.
“El doctorado destaca por su formación interdisciplinaria”, afirma el decano de la Facultad de Gobierno UDD, Eugenio Guzmán. “No solamente se trata de integrar personas provenientes de distintas disciplinas, que es una condición necesaria, sino que requiere precisamente que se combinen metodologías; enfoques, y al momento de analizar los distintos problemas de la sociedad actual, se evidencia la necesidad de un trabajo con diversos especialistas, que colaboren e interactúen”, explica.
En esta misma línea, el director del Centro de Investigación en Complejidad Social, Carlos Rodríguez-Sickert, señala “como bien promovía Alexander Von Humboldt, la ciencia no debe fragmentarse en compartimentos estancos, sino que debe ser un entramado de conocimiento interconectado. En un contexto en el que la tendencia ha sido la especialización extrema, el DCCS se posiciona como un espacio donde convergen distintas tradiciones científicas para entender los sistemas sociales en su complejidad”.
Este reconocimiento es un hito para la Universidad del Desarrollo y para la ciencia interdisciplinaria en Chile, afirma el investigador, enfatizando que el ser el único programa en Chile acreditado en estas cuatro áreas refleja la madurez y solidez del modelo formativo del doctorado, que ha demostrado el más alto nivel en cada una de sus dimensiones evaluadas.
Un recorrido de consolidación y excelencia
El DCCS nació el 2013 con el propósito de formar doctores capaces de comprender fenómenos sociales complejos a través de un enfoque interdisciplinario que integra ciencias naturales y sociales. Desde sus inicios, el programa se propuso ser pionero en la formación de investigadores que cruzaran las fronteras disciplinarias, incorporando herramientas provenientes de la ingeniería, la psicología, la economía y las ciencias sociales para abordar los problemas contemporáneos.
“En su inicio, el gran desafío fue definir qué puede la universidad ofrecerle a la sociedad chilena y al mundo académico, que no haya sido abordado de manera muy profunda en el país”, recuerda el decano de Gobierno UDD. Así, definieron desarrollar un programa interdisciplinario, para lo cual investigaron a nivel internacional distintos proyectos académicos, currículum y enfoques, que los inspiraron para definir un programa propio y de alta excelencia.
En el año 2019, el doctorado se presentó por primera vez a un proceso de acreditación, evaluándose su funcionamiento durante el período 2014-2018. La Comisión Nacional de Acreditación le otorgó una acreditación de cinco años, consolidándose de esta manera, como un programa de carácter interdisciplinario ya que involucró la evaluación de los miembros del claustro en cuatro áreas: economía, ciencias sociales, psicología e ingeniería, convirtiéndose en el primer doctorado con esa cantidad de áreas acreditadas.
Desde entonces, el doctorado ha trabajado sistemáticamente para desarrollar e incrementar sus fortalezas, además de enfrentar los desafíos identificados, logrando en este nuevo proceso de acreditación una validación que se extiende hasta el año 2032, con siete años en nivel de excelencia.
Durante esta década, el DCCS ha crecido en solidez académica, gracias a la ampliación de su claustro, la implementación de un modelo de formación innovador y la creación de espacios de colaboración internacional, con una productividad científica que ha aumentado significativamente, llegando a más de 80 publicaciones indexadas en WOS/SCOPUS y una red de colaboración que incluye destacados académicos nacionales e internacionales.
“La colaboración internacional no solo fortalece la producción científica, sino que amplifica el impacto de la investigación”, explica Rodríguez-Sickert. En el DCCS, más del 66% de los artículos incluyen coautores extranjeros, y los estudiantes han participado en 35 congresos internacionales, además de realizar nueve pasantías en centros de excelencia. “Este trabajo en red permite que los estudiantes y académicos sean parte de la conversación científica global, facilitando el acceso a datos,
metodologías y enfoques que enriquecen el análisis de fenómenos sociales complejos”, agrega el director de CICS.
Características que marcan la diferencia
Su modelo de formación interdisciplinaria y su capacidad para integrar perspectivas diversas en la comprensión de fenómenos complejos marca la diferencia de este doctorado. El programa cuenta con grupos de trabajo temáticos como neuroCICS, dataCICS, poliCICS y conduCICS, que abordan desde neurociencia hasta comportamiento político. Asimismo, promueve la inmersión temprana en la investigación, permitiendo a los estudiantes formar parte de proyectos innovadores desde el primer año.
“Los desafíos actuales, que pueden incluir desde el cambio climático hasta la polarización política, son fenómenos sistémicos que no pueden resolverse desde una sola disciplina”, detalla Rodríguez-Sickert, afirmando que el DCCS prepara investigadores para que sean capaces de integrar conocimientos de diversas áreas para identificar patrones, predecir dinámicas sociales y diseñar intervenciones efectivas, lo cual se alinea con la idea de que la ciencia debe servir para resolver problemas reales, superando las barreras disciplinarias que muchas veces limitan la generación de soluciones innovadoras.
Además, el enfoque metodológico del programa es otro de sus sellos distintivos, con una fuerte apuesta por técnicas cuantitativas y cualitativas integradas, que permitan alcanzar una comprensión profunda de fenómenos complejos desde múltiples aristas. Algunos ejemplos de estas investigaciones se centran en modelos computacionales de polarización política, que han permitido entender la dinámica de formación de burbujas ideológicas en redes sociales; estudios en neurociencia social, que han explorado cómo la estructura del cerebro humano influye en la toma de decisiones cooperativas; y análisis del comportamiento en mercados digitales, aplicando teoría de juegos y economía del comportamiento para mejorar la regulación de plataformas tecnológicas.
Un futuro con proyección
Con la reciente acreditación, el DCCS proyecta continuar formando investigadores de excelencia que puedan enfrentar los desafíos contemporáneos desde una perspectiva interdisciplinaria y global. Su modelo flexible y resiliente le permite adaptarse a nuevas problemáticas, consolidándose como un referente nacional e internacional en la formación doctoral.
Al respecto, el decano Eugenio Guzmán destaca el esfuerzo colectivo detrás de este logro histórico: “este resultado no es casualidad, sino el reflejo de un trabajo bien hecho, en el que convergen la autonomía, la creatividad y una fuerte coordinación institucional”. Asimismo, José Antonio Muñoz, director del DCCS, señala que “esta acreditación confirma el trabajo sistemático realizado en los últimos 10 años y pone en valor la creación de un ecosistema de formación interdisciplinaria que cruza las fronteras entre las ciencias naturales y las ciencias sociales”.
De esta manera, el DCCS seguirá construyendo su legado de innovación académica y compromiso con la investigación de alto impacto, reafirmando su lugar como uno de los programas más destacados del país, y buscará expandir su modelo interdisciplinario a través de una mayor integración de herramientas computacionales en el análisis de fenómenos sociales; una ampliación de la oferta de cursos optativos para abordar metodologías emergentes; y potenciar un fortalecimiento del programa Alumni para mejorar la inserción laboral de sus egresados.
“Como enfatizaba Richard Feynman, la clave de la ciencia es desafiar constantemente lo establecido”, concluye Carlos Rodríguez-Sickert, “en el DCCS, fomentamos que nuestros estudiantes no solo aprendan de sus profesores, sino que los desafíen y expandan los límites del conocimiento”.
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