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Dieta parlamentaria, dichos de Chahuán, agenda valórica: ¿Se acabó la luna de miel entre Chile Vamos y el Gobierno? – Emol

Algunas voces de Renovación Nacional y la UDI han criticado la gestión del gobierno, especialmente a ministros y la agenda legislativa, todo esto cuando aún no se cumplen los primeros cien días en La Moneda.

SANTIAGO.- Recién el próximo martes se cumplirán los primeros cien días del segundo mandato del Presidente Sebastián Piñera y desde su propio sector han cuestionado el proceso de instalación del gobierno y la gestión de algunos ministros. Si bien estas observaciones fueron en voz baja las primeras semanas, en los últimos días estás se han amplificado. Los últimos fueron los senadores de Renovación Nacional, Francisco Chahuán y Manuel José Ossandón. El primero dijo que el «Presidente no entiende lo que es un problema» y puso en duda la idoneidad de la ministra de las Culturas, Alejandra Pérez. Mientras que el ex precandidato presidencial emplazó al titular de Economía, José Ramón Valente, por la Ley de Pesca asegurando que «la luna de miel no es eterna». Ayer también hubo una diferencia entre el Mandatario y los partidos de Chile Vamos respecto a la dieta parlamentaria. Mientras Piñera coincidió con el Frente Amplio con que «son demasiado altas», sus diputados votaron en contra de pedir que el Gobierno le ponga urgencia al proyecto impulsado por la oposición.

Otro flanco ente Gobierno y coalición ha sido la agenda valórica. Identidad de género y adopción homoparental son dos temas que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, está negociando en el Congreso buscando consensos, ante la clara oposición de su partido, la UDI. Entonces, ¿tiene razón Ossandón y se acabó la luna de miel? A juicio de la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Mireya Dávila, ese apoyo incondicional y lealtad «está siendo corto», y deriva en el Presidente la responsabilidad de manejar la coalición. «En general la derecha ha tenido temas de manejo de coalición, le ha costado más que a la centroizquierda, entonces claramente va a tener que jugar un rol articulador Piñera, y si no es él tendrá que ser el ministro del Interior», dijo. «También tiene que ver con la normalidad democrática, porque uno está muy acostumbrado, desde los 90 en adelante, era tanto el susto del descalabro de la Concertación que en el fondo siempre la lógica era ‘lo más coordinado posible’, pero pareciera ser que en las normalidades democráticas hay conflicto dentro de las coaliciones. El punto es: ¿cómo se manejan esos conflictos en una coalición que tiene partidos, liderazgos personales? Articular eso es el desafío presidencial, no de los jefes de las bancadas sino del Presidente de la República, que es en un sistema presidencial es el jefe de Gobierno, de Estado y de coalición», apuntó. Con ella coincide el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, quien dice que estas demostraciones de diferencias internas «le ponen presión al desempeño del equipo político en el gabinete». «El Gobierno debe ser el principal promotor de mantener el orden y el compromiso de los parlamentarios de Chile Vamos, que ya sea por una ‘salida de madre’ como la del senador Chahuán, o apuntar a un tema importante y urgente como lo del senador Ossandón, al apurar las definiciones de una reforma a la Ley de Pesca. Son señales de que la ansiedad de algunos puede desordenar a las bancadas oficialistas y perjudicar a su propio Gobierno», planteó. En la misma línea opinó el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, quien afirmó que «en la derecha siempre ha habido una dificultad para formar coalición», en comparación con lo que la Concertación quienes intentaban «procesar sus problemas internamente»: «La derecha no tiene esa vocación, hay mucho individualismo, hay mucho proyecto individual. Entonces eso hace difícil gobernar». Respecto a la agenda valórica y a los cuestionamientos a sus ministros, el académico recalcó que «Piñera ha estado bien tensionado con este tema». «Es más liberal de lo que es buena parte de su coalicón. Entonces él hizo una concesión, en la primera Cuenta Pública él no instaló tantas diferencias con su coalición e hizo bastante concesiones porque no tocó temas valóricos, varios temas los dejó en suspenso justamente porque privilegió la unidad del sector». Moreno continuó su análisis diciendo que «evidentemente eso se desordena cuando los ministros empiezan a tener su agenda propia, cuando comienzan a plantear temas y cuando no escuchan a los parlamentarios, que es lo que se quejan hoy día los parlamentarios oficialistas y es lo que también decía Chahuán: ‘los ministros de Harvard que creen que están allí porque son personas designadas por el Todopoderoso’ y se desconectan de la dimensión política, porque hay un perfil todavía muy tecnocrático en varios de los ministros, no entienden todavía las lógicas políticas».

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