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Ciencia y valor en la sociedad – Federico Valdés – El Sur

Diversas instituciones de educación superior están haciendo esfuerzos significativos por aumentar su producción en investigación, con el objetivo de aportar al desarrollo de conocimiento en diversas disciplinas. Sin embargo, este esfuerzo es mucho más valioso si va acompañado de acciones sistemáticas para que sus resultados se traduzcan en soluciones que generen impacto en la sociedad, resolviendo problemas concretos y generando oportunidades de negocio.

La transferencia tecnológica está definida como la transmisión de información tecnológica entre su propietario y un tercero que requiera de ella. Es un eslabón del proceso de innovación, donde claramente la vinculación con la empresa se transforma en un factor clave que contribuye a disminuir los riesgos asociados al desarrollo tecnológico. En tal contexto la propiedad intelectual constituye una herramienta de protección de una ventaja competitiva.

La UDD es reconocida por su marcado sello innovador y vanguardista, así tanto el avance de la ciencia, como el enfrentar los problemas del país aplicando nuevo conocimiento y persiguiendo que estos se traduzcan en emprendimientos de alto impacto a la sociedad, es un objetivo constante y prioritario, al que se ha puesto mucho énfasis con la creación de la Dirección de Desarrollo Tecnológico, iCono UDD.

Sin embargo, la preocupación por este tema es transversal. Es por esto que 7 universidades fundadoras (UC, UCV, UV, U Andes, Unab, Ufro y UDD) decidieron abordar este tema colaborativamente y formaron HUB Tec Chile, un proyecto que dará origen a una capacidad de transferencia tecnológica sin precedente en el país, que tiene por objetivo principal impulsar, aumentar y acelerar la comercialización de resultados de investigación.

La propuesta de valor se orienta a ofrecerles a las universidades y centros de investigación una plataforma conectada internacionalmente con los principales actores de la transferencia tecnológica, la comercialización de activos intangibles, la conexión con la industria ofreciéndoles no solo un portafolio consolidado de tecnologías maduras y listas para transformarse en soluciones innovadoras de productos, sino que también acercar a ellos las capacidades científico tecnológicas existentes al desarrollo de productos y servicios que satisfagan las necesidades de la industria.

Al quinto año del proyecto se espera que se hayan gestionado 86 nuevas patentes chilenas y 54 internacionales, y se espera administrar un portafolio de al menos 117 tecnologías. En un país donde la ciencia es muchas veces poco valorada, esfuerzos como éste, que pretenden protegerla y potenciarla, con el objetivo de darle valor y transformarla en beneficios concretos para el desarrollo de Chile, constituyen una mirada de futuro y un ejemplo digno de imitar.

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