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«De alzas y bufonadas» por Eduardo Andrades

A raíz del redamo de miles de airados clientes de las Isapres. que inundaron las secretarías de las Cortes de Apelaciones del país para presentar acciones de protección por el alza injustificada de los planes de cobertura de enfermedades catastróficas, sería conveniente recordar lo que un gran empresario del pasado, Henry Ford decía sobre el papel de los productores en una economía de libre mercado: «A menudo el peor enemigo de la economía libre son los propios empresarios, una vez que alcanzan la condición monopólica».

Es lo que sucede con los seguros privados de salud en nuestro Chile. I-as Isapres, salvo calificadas excepciones han hecho todo lo humanamente posible por caer en el más completo descrédito ante sus propios clientes. ¡Y vaya que lo han logrado! El que aumenten los costos de los planes de salud unilateralmente, quebrantando la legalidad vigente, y que deban ser los jueces los que restablezcan el respeto de las reglas del juego resulta ya inaceptable. Es la vieja técnica fundada en la estadística y en la pasividad tradicional de nuestra ciudadanía frente a los abusos: si subo ¡legalmente los precios de muchos clientes y sólo unos pocos reclaman, entonces la ganancia que obtendré compensa los gastos de los juicios que voy a perder.

Afortunadamente los chilenos han ido aprendiendo, y gracias a la intervención de cientos de abogados, han recurrido por miles frente a este abuso, por lo que las perdidas serán cuantiosas para las Isapres.

En un par de hilarantes entrevistas que ha solicitado a los medios de comunicación el vocero de la asociación de Isapres, ha intentado justificar a sus patrones, indicando que con estas acciones judiciales sería unos pocos abogados los que ganarían mucho y los clientes de las Isapres perderían al final. Más allá de las carcajadas que nos produzca su broma y de lo absurdo de su argumentación desde el punto de vista lógico, nos asiste la convicción de que es al revés.

Quienes ganaran, por una vez. serán los clientes del sistema privado de salud, que verán respetados debidamente sus derechos. Ix>s abogados que han intervenido en ello obtendrán una justa retribución. Y quienes perderán, serán las Isapres que dd>erán aceptar que no podrán ganar todo lo que desean gracias a su monopolio. Ah. y lo dice alguien que NO reclamó del alza.

Otra vez nuestros sufridos jueces que deberán corregir con su buen juicio y arduo trabajo el descriterio de las Isapres. Urge una modificación legal que evite en el futuro la repetición de estos absurdos.

Publicado en diario De Concepción el 4 de julio del 2013.