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Otra Mirada a Venezuela

La Paz no es más que un estado que elimina los medios violentos, pero no elimina las posibilidades de conflictos usando otros medios
Julien Freund (1995)

Foto Artículo 3

El mencionar a Venezuela trae inmediatamente a la vista un conflicto interno que deriva en un desastre democrático y la discusión al respecto se mueve entre los abusos del gobierno de Nicolás Maduro y las protestas de la oposición, que dicho sea de paso, cada día es mayor; entonces,  La pregunta obvia es  ¿Qué ha sucedido en Venezuela? Esa respuesta es la que hay que empezar a buscar en diferentes espacios políticos, en la ruptura de una simetría democrática ante la aparición de una revolución bolivariana que establece un desequilibrio, impulsado además por la negativa de la oposición a participar en elecciones, que permitió mayorías abrumadoras y probablemente el inicio de la captura del Estado, rompiendo la relación de fuerzas. En la particular llegada de Chávez al poder y las características de su liderazgo; en la corrupción venezolana de los 90’, en los caudillismos propios de América Latina  que hicieron  caer a Venezuela,  en la influencia castrista sobre los comunistas de América ¿o en otros espacios?. Antes de buscar convengamos que Venezuela es un país riquísimo en términos de reservas de petróleo, por lo tanto, no debería estar en las condiciones que hoy está pero, la realidad demuestra brutalmente que el voluntarismo y el resentimiento ideológico no son suficientes para gobernar y administrar un país.

Intentaremos buscar una respuesta que nos permita encontrar una base para comprender lo sucedido y nuestro punto de inicio está en la crisis generada en el mundo con la caída del Muro de Berlín y la inmediatamente posterior caída de la URSS, lo que generó una crisis mundial del comunismo. Siendo América, un subcontinente que “soluciona” sus problemas culpando al “Imperio”, el golpe que significó el término de los socialismos reales permitió la coordinación de las fracciones, partidos y movimientos afines a la URSS y a Cuba, para organizarse en 1990 en lo que se conoce como el Foro de Sao Paulo[1]. Su organización (dependiendo del autor), se divide entre el Partido de los Trabajadores de Brasil y Fidel Castro.

A esa fecha el foro era un ente en extremo ideológico que buscaba  coordinar a de los partidos de izquierda en la necesidad de controlar a los diferentes Estados que habiendo salido del período de dictaduras militares, habían optado por distintos procesos democráticos condenando las dictaduras, pero con el cuidado de mantener algunas estructuras conservadoras.

Avanzado el tiempo y en lo particular de Venezuela, la crisis de fines de los 90’ hizo aparecer a un militar que intenta un golpe de estado sin éxito pero que en el futuro inmediato de ese episodio, alcanza la presidencia a través de elecciones que lo confirman una y otra vez. Su fórmula fue aprovechar adecuadamente el precio del petróleo y utilizar esos recursos en programas sociales junto con desmantelar el sistema político a través de lo que llamó la revolución bolivariana, en estrecho contacto y control económico de los integrantes del Foro de Sao Paulo. Cuba, Nicaragua, Bolivia entre otros, recibían importantes aportes económicos de Chávez  (ya no eran recursos de Venezuela, era plata de los hermanos bolivarianos entregados por el líder populista). En lo político cambió la constitución, cambió el nombre de Venezuela, mismo programa de otros integrantes del Foro y se dio cumplimiento a un ideario revolucionario sustentado en los aportes extraordinarios del petróleo a un precio altísimo.

La idea era sostener los movimientos y gobiernos socialistas en medio de la crisis derivada de la caída del muro de Berlín. En ese contexto podemos encontrar lo acordado por el Foro en sus inicios, destinado a resolver negociadamente los conflictos guerrilleros en América Latina, lo que se comprueba en las disputas Colombia – Venezuela por el encubrimiento que prestaba Chávez a la FARC tanto en el discurso como en la protección de santuarios y posteriormente el desarme de FARC en sede cubana.

A inicios de los 2000’ y como producto de las reformas contra sentido llevadas adelante por el gobierno, el dólar comenzó a sufrir las consecuencias y se retiraron capitales  importantes lo que llevó a fijar el tipo de cambio y a definir quién y por qué podía acceder a comprar dólares. Los manejos económicos internos que introdujeron grandes cantidades de recursos a programas sociales dirigidos a partidarios del gobierno, también aumentaron  la deuda externa nominal  en más de un 300% entre 2006 y 2014.

Existe un punto de inflexión en la crisis venezolana y es el fallecimiento del Presidente Hugo Chávez. Él era capaz de sostener sus ideas a través del discurso y la utilización indiscriminada de los recursos económicos en clientelismo y compra de lealtades (Aliados del Foro de Sao Paulo y Fuerzas Armadas), en la creación de milicias paramilitares y en la construcción de un muro de contención frente a una oposición que adquiría visibilidad.

La disputa por la sucesión de Chávez se soluciona con la elección de Nicolás Maduro. Su preparación distaba de las capacidades que se requerían para enfrentar la crisis y su solución de los problemas va alineada con el culto a Chávez, el endurecimiento de las medidas de control de la oposición, la degradación del estado de derecho y el voluntarismo de llevar adelante visiones políticas que sólo han agravado la crisis precipitando la entrada a un  camino y a una dinámica que sólo conduce a una salida trágica. Recordemos que las jornadas de protesta han dejado más de cien muertos.

Otro factor que marca la crisis actual de Venezuela lo da el entorno internacional. La situación política en América Latina empieza a cambiar de signo junto con la baja del precio del petróleo lo que da confianza a la oposición venezolana. Cuba abre sus relaciones con EE.UU., la corrupción comienza a aflorar en los asociados al Foro de Sao Paulo, los apoyos internacionales se pierden por la acción decidida de la OEA con el nuevo secretario general Almagro.

Junto con ello, los errores propios del liderazgo de Maduro que demuestran algún nivel de desesperación, lo han llevado a herramientas stalinistas como el cierre o control de los medios de comunicación, control de fronteras, represión excesiva y la utilización de todo el poder del Estado en contra de las manifestaciones opositoras. Lo anterior sólo ha generado la tendencia a aislar a Venezuela.

La descripción del problema venezolano desde una perspectiva ideológica, nos demuestra que el apego voluntarista a la ideología, no se condice con los avances de la sociedad mundial en el siglo XXI. La aparición de una verdadera opinión pública mundial a partir de la facilidad de las comunicaciones, no permiten, como antaño, el disfrazar la realidad dentro o fuera de las fronteras, no se corta la emisión de información cerrando medios de comunicación, sólo se desprestigia el estado de derecho y la imagen internacional. Nicolás Maduro y su cúpula gobernante no ha comprendido que la sociedad internacional cambió y que el mundo observa e interviene. Los apoyos ideológicos de los integrantes del Foro se encuentran deprimidos por  problemas de corrupción, el mismo está acusado por la ex fiscal general de narcotráfico; es decir, la reserva moral que lleva per se la revolución ha caído, el líder original ha fallecido, el apoyo regional derivado del clientelismo se ha reducido, la crítica internacional se multiplica,  las bases del movimiento se sostienen en la fuerza de las armas, la “ultima ratio”, lo que lleva a pensar que las salidas a la crisis venezolana son cada vez más estrechas.

Como conclusión de esta mirada a Venezuela, se puede señalar que la ideología extrema no es aceptada en la sociedad internacional del siglo XXI; los recursos naturales son para beneficio del pueblo que los posee y no para sostener regímenes improductivos por razones ideológicas, la preparación de los líderes empieza a ser fundamental en el siglo del conocimiento, la utilización de las armas en poder de  fuerzas armadas ideologizadas es un riesgo para un sistema democrático, pero mayor es entregar armas a grupos paramilitares afines al gobierno.

En definitiva, el camino ideológico elegido por Nicolás Maduro es un ejemplo que debe estudiarse en la ciencia política como la tormenta perfecta para destruir un sistema democrático.

[1] Foro de Sao Paulo: http://www.granma.cu/xxii-foro-de-sao-paulo/2016-06-16 El Foro de São Paulo es un foro de partidos y grupos de izquierda latinoamericanos, fundado en Brasil en 1990. Fue constituido para reunir esfuerzos de los partidos y movimientos de izquierda y debatir sobre el escenario internacional después del derrumbe del campo socialista y las consecuencias del neoliberalismo en los países de Latinoamérica y el Caribe. Detrás de su gestación estuvieron el líder cubano Fidel Castro y el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Se han realizado 21 encuentros del Foro: Ciudad de México (1991), Managua (1992), La Habana (1993), Montevideo (1995), San Salvador (1996), Porto Alegre (1997), Ciudad de México (1998), Managua (2000), La Habana (2001), Ciudad de Guatemala (2002), Quito (2003), São Paulo (2005), San Salvador (2007), Montevideo (2008), Ciudad de México (2009), Buenos Aires (2010), Managua (2011), Caracas (2012, São Paulo (2013), La Paz (2014) y México (2015). Este año se celebrará el XXII encuentro en la ciudad de San Salvador.

Jorge Sanz

Docente Facultad de Gobierno, Universidad del Desarrollo.
Doctor en Desarrollo Local y Territorio, Universidad Jaume I de Castellón de la Plana, España.
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