En los últimos ocho años, el puntaje promedio de los liceos de Providencia en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) cayó de 615 puntos a 589.

Los resultados en las pruebas Simce de todos los niveles han ido a la baja y si en 2012 diez establecimientos de la comuna tenían excelencia académica, hoy solo la mitad la mantiene.

A eso se suma un déficit financiero en la Corporación de Desarrollo Social de Providencia -que administra los colegios públicos y los consultorios- que el municipio ha cifrado en $5.300 millones y cuyas consecuencias quedaron en evidencia esta semana, cuando apoderados del colegio Carmela Carvajal de Prat denunciaron que faltan insumos hasta para hacer las pruebas y guías.

Ante este panorama, la Municipalidad de Providencia inició un proceso de consulta a los apoderados que tiene por objetivo recoger sus opiniones, y con ellas comenzar a construir un nuevo modelo educativo en la comuna que devuelva el prestigio a establecimientos emblemáticos como el antes mencionado Carmela Carvajal, el Liceo 7 de Niñas o el Liceo José Victorino Lastarria.

La encuesta comenzó a ser aplicada a fines de marzo en las reuniones de apoderados y se seguirá haciendo todo este mes, hasta completar más de 8 mil cuestionarios respondidos en 272 salas, correspondientes al 70% de los 11.300 alumnos matriculados.

El instrumento de 52 preguntas fue creado por la U. del Desarrollo a pedido de la municipalidad, y en él se pregunta, por ejemplo, la opinión de los padres sobre los profesores de sus hijos, si los colegios están inculcando valores, si están de acuerdo con que se envíen tareas para la casa o qué tan importantes son los resultados de sus alumnos en las pruebas estandarizadas.

«Lo que estamos viendo es qué es lo que entienden los apoderados por un colegio de excelencia y qué esperan de este colegio», detalló la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, y añadió que «los cuestionarios son anónimos y esperamos que la gente conteste de corazón lo que efectivamente más valoran en el colegio».

Los resultados de la encuesta estarán listos en mayo, mes en que se realizarán focus groups para profundizar en las opiniones entregadas por los padres.

«Una vez que se haya hecho ese trabajo, se comenzará de forma inmediata a introducir cambios dependiendo de las prioridades que haya manifestado cada comunidad.

Nosotros tenemos claro que los resultados han bajado y como han bajado tenemos que tomar medidas para que se eleven.

Y hay políticas técnicas para eso, pero lo que queremos es legitimarlo con un modelo en el que los padres y apoderados hayan participado», sostuvo el director de Educación de la comuna, José Palma.

«Nosotros esperamos que bajemos la cantidad de alumnos por sala. Eso sería tremendamente importante para hacer una mejora en la calidad de los aprendizajes», dijo, por ejemplo, Paulina Celpa, presidenta del Centro de Padres del colegio Providencia, sobre las prioridades de los apoderados.

Los cambios que se introduzcan deberían notarse en el segundo semestre de clases y podrán ir desde ofrecer talleres para los alumnos y hacer charlas hasta reforzar las asignaturas que los padres consideren prioritarias en cada establecimiento.

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